Patrick Mahomes tiene algo especial. Se nota cuando un talento es generacional, uno de esos jugadores que pueden marcar época y que no se rinden en absoluto. El terror de los rivales, que no se rinde ante nadie, ni siquiera ante las adversidades físicas.
Porque el quarterback de Kansas City Chiefs se sobrepuso a un esguince de tobillo en el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana y volvió a cojear en la primera mitad del Super Bowl LVII, pero no demostró debilidad ante el rival. No les dio el gusto de verlo derrotado. Ahora, tiene su segundo trofeo Vince Lombardi y manda el contundente mensaje de que todavía tiene mucho que enseñarle al resto, para alegría de sus aficionados y preocupación de los rivales. A Mahomes no lo podrás derribar tan fácil.
“Yo dije que no iba a haber algo que me detuviera. Esto también es de mis compañeros, nos respaldamos unos a otros, dijeron que no íbamos a poder y ¿qué tal ahora? Gracias a mis compañeros somos campeones del Super Bowl LVII”, aseguró el lanzador después del partido, en el que se le reconoció una actuación magistral, al completar 21 de 27 pases para 182 yardas y tres anotaciones por la vía aérea.
“Hay que darle el crédito al área ofensiva y a Patrick Mahomes que manejó bien el ataque, hicieron un gran trabajo. Hay que agradecer y felicitar a todos los entrenadores que estamos en el equipo, todos estamos muy emocionados y contentos”, aseveró Andy Reid, head coach del equipo y que le da a esta franquicia el tercer Super Bowl de su historia, dos bajo su mando.
Creer en ti mismo
No es fácil recuperarte de un equipo que apaleó en los playoffs. Por tres cuartos, Filadelfia estuvo arriba en el marcador, pero vino ese último cuarto para Kansas City, con 17 puntos contra solo ocho de los Eagles. El descanso les sentó de maravilla y tomaron el ritmo de juego. Tener a dos futuros miembros del Salón de la Fama del Futbol Americano tan conectados también ayuda mucho.
“Tenemos a Patrick Mahomes, a Travis Kelce y un gran grupo de jugadores que tenemos un gran recorrido. Todos creían que no íbamos a ganar y mírenos ahora”, aseguró el ala cerrada, que acabó con seis recepciones para 81 yardas y la primera anotación de su equipo. “Nosotros queríamos y creíamos en nosotros mismos, teníamos esa determinación e íbamos a salir la segunda mitad con todo, eso fue lo que vieron. El queso de la victoria es de los reyes del queso”.
Harrison Butker, quien anotó el gol de campo que fue el de la diferencia, no decayó cuando falló el gol de campo en el primer tiempo. La vida siempre te da segundas oportunidades y a los Chiefs les llegó en el momento idóneo. El pateador tuvo su reivindicación y no solo evitó tener la etiqueta de villano, sino que dejó un mensaje de que se puede renacer de las caídas.
“Fue una gran oportunidad, ser campeones es maravilloso, yo siempre lo he dicho, hay que tener fe, y hay que ir una patada a la vez, siempre hacer las mejores cosas; ahora vamos a disfrutar”, comentó Butker, quien fue contratado por Kansas City en 2017 tras ser cortado por Carolina Panthers. Hoy tiene dos anillos y muchas lecciones que enseñarle a los demás.
La dupla del éxito
¿Cómo le hace Kansas City para ser el equipo del momento? ¿Cuál es la clave para salir avante incluso cuando los partidos lucen tan complicados? La mente maestra de Andy Reid en la táctica y la perfecta ejecución de Mahomes. Les tocó aprender, como la remontada contra los 49ers en el Super Bowl LIV y la paliza sufrida frente a los Buccaneers, pero son estos éxitos y caídas las que le dan forma a los proyectos exitosos.
“(Reid) es uno de los mejores entrenadores en la historia del futbol americano y también qué gran actuación del día de hoy de Patrick Mahomes y sus compañeros. Felicidades, se lo merecen y estamos muy felices por lo que han logrado”, aclamó Clark Hunt, copropietario y presidente del equipo.
Mientras Mahomes y Reid estén juntos, los Kansas City Chiefs van a ser serios candidatos año con año. Hay todo para creer que en Glendale se consolidó una dinastía.