Cuando hablamos de tecnología automotriz, lo primero que suele pasar por la mente del usuario poco involucrado con el mundo de los ‘fierros’ es lo que encuentra en el tablero de conducción: gadgets como las radios que se sincronizan con el smartphone a través de bluetooth, mandos para controlar el radio desde el timón, pantallas para ayudar en la navegación (o, incluso, para proyectar videos y así mantener entretenidos a los pasajeros de los asientos posteriores), computadoras de navegación que te informan de tu ritmo actual de consumo de combustible y cuántos kilómetros más te faltan para el próximo servicio, e incluso autos conectados a internet, son todas prestaciones que sin duda influyen en la comodidad de un auto y pueden ser determinantes para tomar una decisión de compra.
Sin embargo, y sin que esto quiera decir que lo anterior no sea importante, la tecnología que realmente marca la diferencia entre un auto y otro es la que no se ve. Es decir, las tecnologías que facilitan y hacen más seguro el manejo.
Una tecnología que no puede faltar en un automóvil moderno es el frenado asistido, conocido también como ABS. Este sistema impide que las ruedas se bloqueen cuando el conductor pisa el pedal de freno, con lo cual reduce enormemente el riesgo de derrapes y despistes.
Otro apoyo tecnológico que es infaltable en los autos modernos son las bolsas de aire (airbags), que cuando son usadas en combinación con el cinturón de seguridad reducen notablemente el riesgo de muerte o lesiones graves en un accidente de tránsito. Lo mínimo que debe tener un auto que se considere de vanguardia es bolsas de aire frontales para el piloto y copiloto, pero también es recomendable que cuente con airbags laterales y de cortina.
Una adición relativamente nueva pero muy útil, sobre todo en autos de tamaño más grande, como las camionetas o SUV, son los sensores de estacionamiento posterior y las cámaras de retroceso, pues ayuda mucho en la tarea de aparcar el vehículo. Asimismo, los autos más modernos cuentan con sistemas de asistencia en la dirección, cajas de cambio secuenciales, controles que permiten fijar una velocidad crucero (sumamente útiles en la carretera), y otras ayudas que hacen más sencillo en manejo.
Si piensas comprar un auto, no solamente te fijes en los gadgets de entretenimiento. La tecnología de punta que no necesariamente se ve es la que puede marcar la diferencia.