Cuando, a inicios del 2009, From Software desarrolló Demon’s Souls para PS3, no hizo mucho ruido. Sin embargo, poco a poco su nombre comenzó a hacerse importante gracias a varios factores, sobre todo por el poder reinventar un género. Luego de esto, llegó la primera entrega de Dark Souls, una evolución del primero y que, entrega tras entrega, fue asentándose hasta llegar hoy a lo que es Dark Souls III.
Esta tercera entrega –luego de haber creado nuestro personaje bajo ciertos parámetros– nos ubicará en el inmenso, peligroso y al mismo tiempo hermoso reino de Lothric, donde viviremos aventuras en cualquier lugar –gracias a un ítem muy especial que obtendremos en algún momento–, como también podremos enfrentar a un jefe tres o cuatro veces más poderoso que nosotros.
Sobre su historia no vamos a revelar nada. Solo diremos que puede llegar a ser intrincada pero atrayente. El juego de Bandai Namco y From Software no presenta problema alguno –cero lag– tanto en su modo en solitario como en el multiplayer.
Dark Souls III es uno de esos títulos que han logrado alcanzar la perfección en todos sus aspectos y es un serio candidato a juego del año, sin duda alguna.
No te pierdas la próxima semana el análisis de Ratchet & Clank.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.