En diversas redes sociales se ha vuelto tendencia la historia de un hombre de Australia quien se encontraba en medio de las celebraciones tras ganar la lotería, pero grande fue su sorpresa cuando se enteró que no solo consiguió esto, sino que obtuvo el premio mayor, razón por la cual no dudó en catalogarse como el “hombre más afortunado del mundo”.
Sobrevivir a la muerte
Nuestro protagonista es Bill Morgan, un camionero de 37 años, quien en 1998 sufrió un accidente automovilístico que le cambió la vida, sobre todo porque estuvo clínicamente muerto durante 14 minutos, producto de un ataque al corazón que lo llevó a estar 15 días en coma.
Cuando despertó y se recuperó, tomó una decisión particular: comprar boletos de lotería aprovechando su buena racha, por ello, grande fue su alegría cuando se enteró que era el ganador de un Toyota Corolla cuyo costo era de 17 mil libras esterlinas (moneda del Reino Unido) tras jugar el “raspa y gana”, pero nunca esperó que la fortuna le tenía guardada una sorpresa aún mayor.
El premio que le cambió la vida
Un medio de comunicación de su localidad lo contactó para entrevistarlo, pero mientras realizaban las grabaciones en las cuales recrearían su reacción tras ganar el auto cero kilómetros, compró un boleto más y, ni en sus sueños más alocados, pensó que ese ticket lo haría ganador de un premio aún mayor, cuyo valor era de nada menos que 250 mil dólares australianos y todo fue registrado en vivo.
Emocionado, el sujeto solo atina a decir inicialmente: “Acabo de ganar 250 mil, no estoy bromeando. Creo que tendré otro ataque al corazón”. De inmediato, Bill llamó a su prometida para contarle lo sucedido, al punto que conversaron sobre comprar una casa en la ciudad de Melbourne.
Sigue comprando boletos de lotería más de 20 años después
Por eso, lo primero que hizo fue retirar 200 mil para comprarse la casa que tanto ansiaba. En 2020, el Daily Mail de Australia se contactó con el camionero quien confesó que todavía compra los llamados “boletos instantáneos”, pero agradecido con la oportunidad que le dio la vida, la cual hoy comparte con Lisa, su esposa:
“Estoy en lo más alto, o en lo más bajo de lo bajo. Pero, mira, he tenido un bono de 22 años (desde 1998) y esa es la forma en que tienes que vivir tu vida. Todos los días me levanto y me pongo los zapatos, e incluso si no estoy muy bien, camino arrastrando los pies por el camino y huelo las rosas, miro el sol y pienso en la suerte que tengo”, dijo Bill.
Y sentenció al Daily Mail australiano con: “Gané 250 mil. La casa en la que vivo soy el dueño, Tengo un auto bastante bueno. Claro, tuve que retirarme (de camionero) porque mi corazón se aceleró demasiado y estoy plagado de artritis, pero todo fue para bien”.
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