Tras sufrir un espectacular accidente el 29 de noviembre del 2020 al inicio del Gran Premio de Baréin de Fórmula 1 que acabó con su monoplaza en llamas, el piloto francés Romain Grosjean sufrió quemaduras en ambas manos, pero sin fracturas.
Nada más darse la salida a la carrera, en la tercera curva del trazado de Sakhir, el monoplaza de Grosjean se salió de la pista tras tocarse con el ruso Daniil Kvyat (AlphaTauri) y chocó a gran velocidad contra las barreras de protección.
En el impacto, el chasis se partió en dos y la gasolina salió, provocando un incendio, pero el piloto de 34 años fue capaz de salir y alejarse del fuego para acudir a una ambulancia.
Casi dos meses después del grave accidente, Romain Grosjean sigue mejorando en su rehabilitación. "Va bien. Todavía me duele, pero ya no tengo la férula en el pulgar ni vendas en las manos", escribió el piloto en una 'storie' de Instagram, en la que mostró cómo están sus manos.