Los futbolistas Diego Costa y Gabriel Jesús se han convertido este fin de semana en protagonistas de una insólita historia que parece sacada del argumento de una película de misterio de Hollywood: el delantero del Atlético del Madrid y el ariete del Manchester City han aparecido en unas fotografías de carácter íntimo que se hallaban entre las páginas de una vieja Biblia, sin que se sepa de momento a quién pertenecía esta y cómo ha acabado un material gráfico tan delicado dentro de semejante objeto.
Las imágenes encontradas tienen varias cosas en común: en las dos primeras, los jugadores aparecen en la cama, desnudos y sonrientes, y junto a cada uno de ellos, en actitud cómplice, sale la misma mujer, cuya identidad se desconoce.
En la tercera aparece tan solo Jesús, sacando la lengua en actitud de broma. El hallazgo se ha producido en una tienda benéfica del barrio de Marylebone, en Londres, y tal y como ha informado el diario The Sun, la Biblia en la que estaban escondidas las instantáneas era parte del contenido de una bolsa que donó al local una mujer el pasado mayo, publica diario AS de España.
Pese a llevar meses en el establecimiento, las fotos no se han descubierto hasta ahora, cuando los empleados se toparon con ellas al hacer una clasificación del material que tenían almacenado. Según han declarado los responsables de la tienda, “las imágenes parecen haber sido tomadas en momentos distintos”, aunque las fechas exactas son una incógnita. Costa, hay que recordar, militó en las filas del Chelsea durante tres temporadas, de 2014 a 2017.
Tampoco hay muchos datos sobre la persona que llevó la bolsa en la que se guardaba esa Biblia a la tienda. Una fuente próxima a los dueños del local ha declarado que la mujer “tenía apariencia latina” y que lo único que comentó al donar las cosas fue que pertenecían a un amigo suyo que se marchaba de Reino Unido y que quería deshacerse de algunas de sus pertenencias.
El caso, por lo tanto, está lleno de misterio por todos lados, y por ahora, tan solo pueden hacerse hipótesis al respecto. Lo único que parece evidente es que tanto Costa como Jesús mantuvieron relaciones con la mujer de las fotografías, pero quién es ella y cómo ha acabado el testimonio visual de sus encuentros sexuales en ese modesto rincón londinense son todavía enigmas sin resolución alguna. (D)