Marcelo Barovero se llevó el buzo del arquero japonés del Sanfrecce, luego del triunfo millonario por la semifinal del Mundial de Clubes.
El arquero dijo que es un recuerdo para su hijo, que guarda cada camiseta que él le lleva.
Barovero fue fundamental en la victoria de River, con varias atajadas que podrían haber complicado el partido.