El 3 de diciembre votamos. Y el 4 de diciembre nos tenemos que volver a ver las caras". Luis Segura, presidente en ejercicio de la AFA, buscó minimizar los efectos colaterales de las elecciones. El escándalo del jueves pasado, voto doble incluido, activó los dardos entre su espacio y el que comanda Marcelo Tinelli. Con la lista única como una utopía ya descartada, la grieta del fútbol argentino se profundiza día a día.
El viernes, fue Leonardo López, de Independiente Rivadavia de Mendoza, el que acusó al segurismo de querer comprar su voto. Habló de un "allegado a Claudio Tapia" que le habría ofrecido dinero ($ 500.000) durante la asamblea a cambio de acompañar a Segura en el cuarto oscuro. Cerca de Segura le recomendaron que hiciera la denuncia judicial. Y comenzaron con el contraataque: el presidente de Chacarita, Héctor "Tore" López, acusó a Eduardo Spinosa, presidente de Banfield, de haberle ofrecido al tesorero del equipo funebrero "una publicidad de un millón de pesos a cambio de votar a Marcelo Tinelli", según contó en Radio Continental. López dijo que Spinosa buscaba aprovecharse de la endeble situación económica del club de San Martín. Ayer, Luis Fernando Segura, hijo de Luis, torpedeó a Tinelli en Radio Mitre: "¿Cómo va a manejar AFA el socio de gente sospechada por corrupción y lavado de dinero?", se preguntó, en relación con la sociedad del animador y Alejandro Burzaco, el ex CEO de Torneos, con prisión domiciliaria en Nueva York.
Los trapitos al sol, las acusaciones cruzadas entre los dirigentes del fútbol y, sobre todo, las diferencias irreconciliables entre ambos espacios explicitan el enrarecido clima en el que la AFA deberá volver a votar. Por más que la Asamblea se mantenga en cuarto intermedio, ayer surgió la posibilidad de que se vuelva a votar con otros integrantes (hay clubes, como Boca y Argentinos Juniors, que tienen elecciones). Hoy por la mañana, una reunión entre cuatro de los cinco clubes más convocantes del país (River, Boca, San Lorenzo y Racing; al Independiente de Hugo Moyano lo dejaron de lado) fijará la nueva fecha, que sería entre el 20 y el 30 de diciembre. No se votará antes porque desde el sector que apoya a Tinelli pretenden esperar el regreso de River, que disputará el Mundial de Clubes en Japón. En algo coinciden ambos espacios: la elección definitiva debe realizarse cuanto antes. Y 2016 debe encontrar a la AFA con un nuevo presidente.
"Puede ser", respondió uno de los dirigentes que apoyaron a Segura desde la primera hora, ante la consulta sobre la fecha. Cerca del histórico dirigente de Argentinos Juniors están convencidos de que ganaron la fallida elección del jueves pasado. Y de que hubiera podido votarse con 73 asambleístas, "porque la Asamblea era soberana".
Enfrente, quienes acompañan a Tinelli dejaron atrás la "enorme decepción" que significó la asamblea del jueves y ya comenzaron con la segunda parte del operativo seducción. La punta de lanza seguirá siendo el conductor televisivo, y el poder de fuego que tiene durante toda la semana en el programa más visto de la noche. "Vamos a ganar esta elección. Vamos a ser inteligentes para que no pase lo del jueves, que muchos que habían comprometido su apoyo no nos votaron: va a andar todo bien." Además, la idea de los tinellistas es que en la nueva asamblea la prensa tenga más libertad para trabajar. Y que las cámaras puedan acercarse al conteo de los votos, algo que no ocurrió la semana pasada. Hoy, en la decisiva reunión entre los cuatro clubes grandes (Matías Lammens y Rodolfo D'Onofrio por el ala tinellista; Daniel Angelici y Víctor Blanco por los seguristas) se verá si esos requerimientos tienen eco. Y si se ponen de acuerdo en una nueva fecha de elecciones. La definitiva..