El titular del Rojo de Ciudad del Este, Fabián Aranda, habló sin pelos en la lengua y a diferencia de los demás directivos de la división, fue muy realista y aseguró que sería imposible jugar esta temporada con las mismas condiciones que se plantean para la División de Honor.
Aranda no sólo mencionó como barrera el aspecto económico, sino también lo que tiene que ver con la logística y transporte que, a su criterio, sería el gran problema al tener los equipos del interior la necesidad de recorrer largas distancias de buses para llegar a destino.
“Son 2 millones de dólares (en costo) para cada club. Transporte que ahora deben ser dos buses, el viaje no debe superar las 2 horas y eso en el protocolo es difícil para cumplir. No tiene que parar el bus, es llegar jugar, bañarse y volver a CDE”, detalló a modo de ejemplo.
El dirigente esteño asegura que el paronama es negro para la división y comentó además que el único estadio que se encuentra habilitado, de entre los 16 equipos que componen la Intermedia, es el Deportivo Capiatá.