Lamentablemente no se ha tenido transparencia en el manejo de la federación y producto de eso son los problemas que vamos viendo ahora. Es como una continuidad de lo que antes, en directivas anteriores, se reprochó.
Ese manejo ha provocado que se den estas cosas, estas pugnas en el directorio.
Un punto complicado fue el trato con los valores que se manejaron para contrataciones de cuerpo técnico y otros funcionarios, no se aclararon desde el principio, y si bien se los expuso, no se habló claro, por ejemplo, que los valores entregados eran sin impuestos, esos detalles han causado malestar.
Se deberían buscar acuerdos, consensos, porque este grupo deberá ser el que maneje la federación, porque no creo que se pueda dar un cambio de directorio, no habría tiempo tampoco por la situación mundial y por la premura de tratar de organizar el trabajo de la Selección que debería ser el principal interés de la federación.
La división que se ha generado no viene bien para la imagen del fútbol ecuatoriano en general, porque se pierde prestigio, se desvalora el trabajo que tanto esfuerzo ha costado conseguir. (O)