Todos los partidos de fútbol quedaron suspendidos en Chipre hasta una fecha por determinar, anunció este viernes la Federación nacional de ese país, tras la huelga de árbitros en solidaridad con uno de ellos, que fue víctima de un ataque con una bomba.
La Federación Chipriota de Fútbol decidió suspender todos los encuentros de todas las divisiones y condenó el ataque, que se produjo en Larnaca, una ciudad costera del sur, calificándolo de "acto de terror" destinado a desestabilizar el fútbol chipriota creando un "clima de miedo" entre los árbitros.
En la noche del jueves al viernes, un artefacto artesanal explotó en el coche del árbitro Andreas Constantinou, sin herirle.
En otro comunicado, la Asociación de Árbitros de Chipre mostró su apoyo al árbitro de 33 años y a su familia, solicitando a los dirigentes del fútbol y a los periodistas que "dejen de avivar el fuego" con comentarios demasiado críticos sobre las decisiones arbitrales.
Todo ello ha tenido lugar en un contexto de sospechas sobre varios partidos de la liga chipriota, que podrían haber sido amañados en una red de apuestas. La UEFA trasladó a la Federación Chipriota que hay 84 partidos sospechosos desde 2011, sin que se haya producido ninguna condena, pese a la que policía de la isla investiga las acusaciones.
En 2015, la Federación Chipriota suspendió todos los partidos de fútbol durante una semana tras una huelga de árbitros también convocada después de otro ataque con bomba contra uno de sus colegiados. AFP