Reforzar la delantera. Ése es el gran objetivo que se ha marcado Ole Gunnar Solskjaer de cara al próximo mercado invernal. El preparador noruego considera que la parcela ofensiva ha quedado muy debilitada tras el adiós de Romelu Lukaku y Alexis Sánchez y ya ha exigido a la directiva del Manchester United el fichaje de al menos dos atacantes a lo largo del mes de enero.
En principio, uno de los escogidos será el croata Mario Mandzukic. El croata, de 33 años, apenas entra en los planes de Maurizio Sarri y está más que decidido a abandonar la Juventus en cuanto sea posible. De hecho, para faciltiar su aterrizaje en Old Trafford, el ex del Atlético de Madrid habría incluso aceptado una importante rebaja salarial.
«Sus representantes han estado en contacto y están dispuestos a cambiar sus demandas. Habrá otras variables incluidas en el acuerdo. Parece que podría hacerse ahora. Ole siempre lo ha admirado y es alguien que hemos querido durante varios años. Su experiencia podría resultar vital para los jugadores más jóvenes del equipo. También es un goleador probado», reconoció una fuente cercana al club consultada por The Sun.
Para cubrir la otra vacante, existen más dudas. Según el mismo rotativo, los grandes anhelos de la entidad son el inglés Callum Wilson (Bournemouth, 27 años) y el galo Moussa Dembélé (Olympique de Lyon, 23), pero en ambos casos el fichaje se antoja muy costoso, motivo por el que no se descarta que el elegido sea otro ariete con un perfil muy distinto.