Washington, Estados Unidos | AFP.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, retiró este lunes su invitación a la Casa Blanca a los Eagles de Filadelfia, actuales campeones de la NFL, alegando que algunos de sus jugadores se arrodillaron durante el himno nacional, en señal de protesta social.
“Los Eagles no podrán venir con su plantilla al completo a la Casa Blanca mañana (martes)”, dijo Trump en un comunicado. “Están en desacuerdo con su presidente, porque insiste en que se paren orgullosos para el himno nacional, con la mano en el corazón, en honor de nuestros militares y la gente de nuestro país”.
Trump mantiene un conflicto abierto con los jugadores de la NFL que protestaron contra la violencia racial en Estados Unidos, llegando incluso a asegurar el mes pasado que esos deportistas “no deberían estar en el país”.
Algunos jugadores de los Eagles habían anunciado su rechazo a la invitación del presidente estadounidense, que recibe tradicionalmente a los equipos campeones de las cuatro grandes ligas profesionales en la Casa Blanca.
“Los Eagles querían enviar una delegación reducida pero los 1.000 aficionados que prevén venir al evento merecen algo mejor. Esos aficionados siguen estando invitados a la Casa Blanca para participar en otro tipo de ceremonia, en honor de nuestro gran país”, añadió Trump.
Los de Philadelphia respondieron con un breve comunicado en el que celebraban “ver a toda la comunidad de los Eagles junta, ha sido una inspiración. Estamos realmente agradecidos por todo el apoyo que hemos recibido y ahora buscamos continuar con nuestros preparativos para la temporada 2018”.
El año pasado, Trump describió a los jugadores que se arrodillaban durante el himno para llamar la atención sobre la injusticia racial como “hijos de puta” que estaban insultando a la bandera y a la nación.
Las declaraciones provocaron una ola de protestas en toda la liga en septiembre, lo que enfureció a algunos fanáticos y colocó a varios conservadores, dueños de equipos que respaldan a Trump, en una posición incómoda a medida que bajaban las audiencias de los juegos televisados.
Por ello, a finales de mayo, los propietarios de las franquicias acordaron que los jugadores tendrán la obligación de mantenerse de pie o quedarse en el vestuario mientras suena el himno nacional antes del comienzo de los partidos.
“Todos los jugadores y los miembros del equipo deben quedarse de pie y mostrar respeto a la bandera y al himno” estadounidense, indicó entonces el Comisionado Roger Goodell en un comunicado y posterior conferencia de prensa.
“Un equipo será multado si un miembro de su personal presente sobre el terreno de juego no se queda de pie y no respeta la bandera y el himno”, añadió el comisionado, sin precisar la naturaleza de la sanción ni lo que será considerado como falta de respeto.