Un día histórico, un día en donde la Comarca Lagunera celebró como nunca a sus Guerreros.
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Lerdo, Gómez Palacio y Torreón festejaron a lo grande la sexta estrella junto a su equipo, en el ya tradicional desfile que arrancó en Ciudad Jardín por la tarde y terminó con miles de personas reunidas en la Plaza Mayor de Torreón.
Se estimó que fueron más de 80 mil personas en la Plaza Mayor y 500 mil en todo el recorrido desde su salida en Ciudad Lerdo a Torreón.
La expectación inició a las 16:00 horas, pues empezaron a arribar los camiones atrás del Avión de Sarabia en Lerdo, la gente se empezó a congregar, vendedores de todo tipo de artículos verdiblancos, comida, espuma, lonches, nieves.
El sol era abrasador, aunado al factor de la humedad, caras llenas de sudor, cuerpos brillosos, camisas empapadas, sin embargo nada detenía al aficionado que quería al menos ver unos segundos a sus ídolos.
A las 17:40 horas en el primer camión descapotable, se asoma la primera figura del equipo y goleador, Djaniny Tavares, despertando la euforia de los asistentes, quienes lo arroparon con cánticos y porras.
Partió la caravana, la cual, contrario a otros desfiles como el de 2015, avanzó con mayor celeridad entre miles de lerdenses y Gomezpalatinos presentes.
Gerardo Alcoba, uno de los líderes junto a Izquierdoz en la defensa manifestó, "estas son experiencias de vida que jamás se olvidarán, es impresionante lo que la gente de La Laguna quiere a su equipo".
Pasando el puente plateado y debido a su angostura, el contingente avanzó entre la multitud de manera más lenta, ingresando al bulevar Independencia, ya aguardaban miles de santistas, llenos es espuma, confeti, cerveza, agua, de todo, eufóricos gritando "Portero, Portero".
Siendo Orozco el más ovacionado por los seguidores albiverdes, ganándose con su actuación en la final, el corazón de los seguidores santistas, fue su graduación ante los laguneros.
Un éxtasis para los jugadores fue ver el paso a desnivel 11-40 inundado, esta vez no de agua, sino de personas.
La llegada a la Plaza Mayor no fue fácil.
El camión ingresó por la avenida Abasolo y subiendo por la Ramón Corona entre miles y miles de segudores. Ahí ya los aguardaban otros miles de santistas, 80 mil estimó Protección Civil de Torreón, un mar verdiblanco.
Santos celebró con su afición, la gente tuvo un momento de alegría más, uno que se da cada tres años en promedio, una institución ejemplar que ya tiene acostumbrados, o mal acostumbrados a sus aficionados a ser campeón en poco tiempo.