Del amor al odio hay un solo paso. Pero también puede suceder a la inversa. Testigo de eso es el entrenador Luciano Susín quien pasó, en solo unos segundos, de detestar al árbitro Darío Cid a rendirle pleitesía por haberle salvado la vida.
¿Qué sucedió? Se jugaba una fecha más de la Liga de Pergamino (Argentina). Frente a frente estaban los equipos del Viajantes y Argentino de Alfonso. Este último ganaba 2-1 cuando el equipo que dirige Luciano Susín marcó el tanto del empate, gol que posteriormente no fue convalidado por Darío Cid y su asistente.
Oportuno auxilio
Esto encendió la ira de Susín, que se fue encima del juez de línea que no validó el gol (adujo que el balón no había entrado totalmente) y de paso también le reclamó acaloradamente a Cid. De pronto, el técnico perdió el conocimiento. Lo que ocurrió después nos lo cuenta el propio Darío Cid.
"Luciano Susín se le fue encima a mi asistente Sabas. Estaba desaforado, muy exaltado, se agarraba la cabeza, pero en ningún momento nos insultó. Yo me interpuse entre él y mi compañero Sabas. De repente Susín se desplomó. Lo miré y estaba pálido. Lo toqué y estaba helado, con los labios morados. Me di cuenta de que sufría una descompensación respiratoria", relató Cid al diario Clarín.
"Le hice masajes en el pecho y no reaccionaba. Después respiración boca a boca, hasta que se le hincharon los pulmones y recobró el conocimiento. Todo esto entre mujeres que lloraban y gente que gritaba. Por suerte fue nada más que un gran susto", apuntó.
Darío Cid también aprovechó la ocasión para dar un importante mensaje. "Estuve en el momento justo y lugar indicado. Es bueno que todos nos concienticemos de la importancia que tiene saber hacer RCP (reanimación cardiopulmonar)", agregó el héroe que tiene silbato.