Atlético perdió en Córdoba. Se lo dieron vuelta: 3 a 1 y a pensar en la Copa.
Una polémica jugada le dió el triunfo al decano, pero los cordobeses empataron en el segundo tiempo. Y unos minutos después, lo dieron vuelta.
A los 8 minutos llegó el centro, la bajó Lamas y Aliendro remató en un disparo que se desvió en el hombro izquierdo de Silva. Pero se armó un lío.
Ocurre que cuando partió el centro, Leandro Díaz, el delantero que debuta esta noche, estaba apenas adelantado. Los defensores de la T, quienes protestaron contra el juez de línea, pidiendo posición adelantada de Díaz, se reunieron en un reclamo que en un primer término fue validado por el árbitro.
Pero después se determinó que la pelota había tocado en Santiago Silva, el goleador del equipo cordobés. Luego de un breve debate, el árbitro Mástrángelo indicó la mitad de la cancha: gol válido, tal como había mostrado la tele, y el decano festeja su triunfo parcial en el Mario Kempes.
Tuvieron que pasar quince minutos para que el arco de Batalla sufriera su primer susto: Un bombazo de Ramírez, cruzado para que el arquero se tire al piso con los brazos cruzados. Un susto nada más. Uno a cero para los tucumanos.
Fue el mismo Santiago Silva que metió el cabezazo a los 38 del primero. Pique y afuera. Después vino la respuesta decana con un bombazo cruzado de Melo: pecho y al arco; la despejó el portero Herrera. Así, los últimos minutos del primer tiempo fueron un partido de ping pong, completado por el bombazo de Fernando Godoy de 40 metros y una patada ninja Leandro Díaz en el medio del área que también se fue arriba del travesaño.
Con dos minutos de adición, se bajó el telón del primer acto. Y a los vestuarios.
Cuando empezó el segundo tiempo ninguno de los equipos pudo encontrarse con sí mismo: rebotes, pases malos, pelotazos, atolondrados, falta de ideas.
A los 20 Leandro Díaz encendió la chispa. Y el partido se puso mejor. Lo bajaron y pidieron penal, pero todo se dio vuelta.
La cancha se inclinó para Tallares: Tres atajadas de Batalla hasta que vino un centro de Guiñazú y Junior Arias, el 9 de la T anticipó a toda la defensa decana. Esta vez, el arquero decano nada pudo hacer. Uno a uno, a los 29 del segundo. ¡Qué final!
Los cordobeses pusieron toda la carne en el asador. Y con ganas de gol dio vuelta el partido. Centro, un lio en el área, y gol de Carlos Quintana, a los 36. Dos a uno. Talleres acaricia la punta y los jugadores de Atlético no saben para donde mirar.
Una polémica jugada le dió el triunfo al decano, pero los cordobeses empataron en el segundo tiempo. Y unos minutos después, lo dieron vuelta.
A los 8 minutos llegó el centro, la bajó Lamas y Aliendro remató en un disparo que se desvió en el hombro izquierdo de Silva. Pero se armó un lío.
Ocurre que cuando partió el centro, Leandro Díaz, el delantero que debuta esta noche, estaba apenas adelantado. Los defensores de la T, quienes protestaron contra el juez de línea, pidiendo posición adelantada de Díaz, se reunieron en un reclamo que en un primer término fue validado por el árbitro.
Pero después se determinó que la pelota había tocado en Santiago Silva, el goleador del equipo cordobés. Luego de un breve debate, el árbitro Mástrángelo indicó la mitad de la cancha: gol válido, tal como había mostrado la tele, y el decano festeja su triunfo parcial en el Mario Kempes.
Tuvieron que pasar quince minutos para que el arco de Batalla sufriera su primer susto: Un bombazo de Ramírez, cruzado para que el arquero se tire al piso con los brazos cruzados. Un susto nada más. Uno a cero para los tucumanos.
Fue el mismo Santiago Silva que metió el cabezazo a los 38 del primero. Pique y afuera. Después vino la respuesta decana con un bombazo cruzado de Melo: pecho y al arco; la despejó el portero Herrera. Así, los últimos minutos del primer tiempo fueron un partido de ping pong, completado por el bombazo de Fernando Godoy de 40 metros y una patada ninja Leandro Díaz en el medio del área que también se fue arriba del travesaño.
Con dos minutos de adición, se bajó el telón del primer acto. Y a los vestuarios.
Cuando empezó el segundo tiempo ninguno de los equipos pudo encontrarse con sí mismo: rebotes, pases malos, pelotazos, atolondrados, falta de ideas.
A los 20 Leandro Díaz encendió la chispa. Y el partido se puso mejor. Lo bajaron y pidieron penal, pero todo se dio vuelta.
La cancha se inclinó para Tallares: Tres atajadas de Batalla hasta que vino un centro de Guiñazú y Junior Arias, el 9 de la T anticipó a toda la defensa decana. Esta vez, el arquero decano nada pudo hacer. Uno a uno, a los 29 del segundo. ¡Qué final!
Los cordobeses pusieron toda la carne en el asador. Y con ganas de gol dio vuelta el partido. Centro, un lio en el área, y gol de Carlos Quintana, a los 36. Dos a uno. Talleres acaricia la punta y los jugadores de Atlético no saben para donde mirar.