No hay duda de que el yoga está de moda, y como toda actividad de moda es fácil que se desvirtúe su verdadero sentido en medio de gimnasios e instructores hechos al vapor, con consecuencias como lesiones y un paupérrimo aprovechamiento de su enorme potencial.
De entrada, hay que saber, como ya hemos establecido en este espacio, que el yoga es mucho más que la práctica de asanas, pero hay que aceptar que es con lo que más se le identifica y pareciera que dominándolas uno ya puede decirse yogui o yoguini. Nada más alejado de la verdad.
Para empezar, muchas de las posturas de yoga desafían tanto las leyes de la lógica como de la física y la anatomía humana y es necesario saber con precisión su correcta alineación para evitar lesiones especialmente en los cuerpos occidentales no habituados a ese tipo de flexiones, torsiones e inversiones.
RECOMENDAMOS: Reglas básicas para evitar lesiones en el yoga. Parte 1 (impreso).
El maestro BKS Iyengar decía que el yoga "se trata de posiciones difíciles y potencialmente peligrosas que han sido creadas para enseñar a los alumnos a relacionarse con sus propios cuerpos, no con violencia, sino con respeto y amor".
REGLA 1. CALENTAMIENTO
Hay que recordar que en casi todas las posturas de yoga intervienen soportando muchas veces todo el peso del cuerpo: Muñecas, tobillos, talones y empeines, rodillas y cuello que hay que calentar antes de empezar la práctica al igual que el resto de los músculos que estarán realizando flexiones y estiramientos profundos. Se dice que el cuerpo tarda 20 minutos en calentar antes de estar listo para estar en su estado óptimo.
REGLA 2. CORRECTA ALINEACIÓN
Como explica John Friend, fundador de Anusara Yoga, "el yoga implica riesgo porque le estás pidiendo a tu cuerpo moverse dentro del rango más amplio posible de movimiento. Sin un enfoque en la correcta alineación, seguiremos viendo un montón de lesionados".
Cada postura se arma de una manera precisa, que en pocas palabras permite "sostener la verticalidad del esqueleto con el mínimo esfuerzo, libre de tensiones innecesarias dejando a los músculos en libertad y disponibles para la ejecución del movimiento", además de permitir el libre flujo energético, sanguíneo y linfático.
En cada asana, el concepto de Sthira Sukham debe estar presente como lo establece el sabio Patanjali en los Yoga Sutras: Sthira significa estable, constante, firme y Sukham, relajado, cómodo, agradable, es decir que las posturas de yoga deben ser firmes y estables, pero al mismo tiempo có- modas y relajadas. Si alguno de estos dos principios faltan algo no se está haciendo correctamente.
Es recomendable asistir a un curso de yoga para principiantes con este enfoque, para entender al menos en las posturas básicas, de qué se trata la alineación correcta del cuerpo en cada posición.
REGLA 3. NI MÁS RÁPIDO NI MÁS ALTO NI MÁS FUERTE
El yoga ante todo necesita presencia y unión de cuerpo y mente que permita lograr conciencia de nuestros límites. Y esta conciencia permite escuchar al cuerpo que siempre avisa hasta donde podemos llegar. Y en ese sentido no tiene nada que ver con otras actividades físicas, eminentemente occidentales, que promueven la competencia y el ser "mejor" o el "número uno".
En yoga no hay que ser mejor que nadie, ni siquiera que uno mismo, sino permitir que la práctica constante y desapegada vaya consiguiendo relajar y fortalecer músculos, huesos y desde luego la mente con lo que poco a poco se podrán ir armando posturas que en un principio nos parecían inaccesibles e impensables.
De acuerdo con Louis Ellis, maestra de Ashtanga Yoga, "las lesiones suceden cuando hay competitividad, ambición, insensibilidad, prisa y apego a los resultados de la práctica. Cuando el ego se ve involucrado esperando resultados, eso no es realmente yoga, es ejercicio".