Todd Haley contribuyó durante seis campañas a fin de convertir la ofensiva de los Steelers de Pittsburgh en una de las más dinámicas de la NFL.
Sin embargo, ni todas las yardas ganadas ni todos los touchdowns anotados sirvieron para que el impetuoso coordinador ofensivo conservara su puesto.
Los Steelers, campeones vigentes de la División Norte de la Conferencia Americana, decidieron el miércoles negarle la renovación del contrato a Haley, tres días después de que Jacksonville los eliminara por 45-42 en la ronda divisional de la postemporada.
“He tomado la decisión de no renovar el contrato al coordinador ofensivo Todd Haley”, dijo el entrenador Mike Tomlin en un comunicado. “Quiero agradecer a Todd las aportaciones que hizo a nuestra ofensiva en las últimas seis campañas, y le deseamos lo mejor en su futuro como preparador”.
Haley, de 50 años, fue contratado en 2012 para que formara una ofensiva ad hoc al quarterback Ben Roethlisberger. El coordinador ofensivo es hijo de Dick Haley, que fue director de personal deportivo con Pittsburgh en las décadas de 1970 y 1980.
Aunque Haley y Roethlisberger parecieron tener fricciones iníciales, los resultados transformaron positivamente gran parte de las estadísticas del equipo.
Los Steelers terminaron entre los siete equipos con las mejores ofensivas en cada una de las últimas cuatro temporadas y fueron terceros en 2017.
Pittsburgh conquistó tres títulos divisionales y alcanzó los playoffs en cada una de esas campañas debido en parte a las jugadas definidas por Haley, el ascenso del receptor Antonio Brown a ser elegido alguna vez el mejor en su posición, y el desarrollo del corredor Le’Veon Bell, también elegido “All Pro”.
Brown es el único jugador en la historia de la NFL que acumula al menos 100 recepciones en cinco campañas consecutivas. Bell es uno de los mejores corredores de la liga con 406 touches (recepciones y acarreos) en 2017, 60 más que cualquier otro jugador.
Roethlisberger compartió el liderato de la NFL en yardas-pases en 2014 e, igualmente importante, disminuyó considerablemente el número de veces que lo atraparon los defensivos contrarios aun cuando aumentó las veces que lanzó el balón.
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