El presidente de la República, Lenín Moreno, firmó el 27 de diciembre pasado el Decreto Ejecutivo 257, mediante el cual se amplían las funciones de la Empresa Pública Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR EP), que ahora entre sus funciones tendrá el operar y explotar lotería y juegos similares, sin fines de lucro, en beneficio del deporte nacional, informó el Ministerio del Deporte en su página web.
Bajo este contexto el CEAR EP debe realizar acciones administrativas necesarias para establecer y explotar la Lotería Deportiva, ante lo cual se procederá inmediatamente a trabajar en el desarrollo de la línea de negocios y la planificación de la actividad para que se ejecute en el menor tiempo posible, dentro del primer trimestre de 2018, agrega ese Ministerio.
Además, indica el Ministerio del Deporte, se prevé establecer convenios con universidades, colegios y otras instituciones educativas y de formación para el uso y aprovechamiento de los Centros que maneja el CEAR EP. Esto permitirá que la conciencia deportiva se abra en los centros educativos, con una perspectiva o enfoque hacia el rendimiento deportivo de excelencia.
Antecedentes de la lotería deportiva
La Lotería del Fútbol, denominada Supergolazo, no rindió las ganancias esperadas en las nueve jornadas jugadas entre el 10 de octubre y 18 de diciembre de 2004, según versiones de Daniel Quintero, asesor de la empresa que administra la lotería deportiva, y Luis Chiriboga, titular de la Ecuafútbol en ese año, que fueron publicadas por este Diario en enero de 2005.
En ese tiempo, los dueños de locales donde se sellaba el pronóstico manifestaron su malestar por las pérdidas que les causó el Supergolazo, ya que sólo había entre 20 mil a 32 mil apostadores por semana.
Luego de ello el concurso fue suspendido hasta la actualidad. La Lotería del Fútbol, propuesta por Chiriboga cuando fue diputado, se había creado para generar recursos para la Secretaría Nacional del Deporte y la FEF. Por tales razones se habían fijado los siguientes porcentajes de reparto de las ventas obtenidas: 42% para premios; 23% para la Senader; 12% al IVA y el 23% por gastos operativos.
Del 23% a la Senader, el 50% era para la Secretaría y el otro 50% para Ecuafútbol. En el 2004, en nueve jornadas que duró la lotería sólo se obtuvo un total de $ 29.716 a favor del balompié, según indicó Chiriboga en 2005.
Supergolazo se había creado para reemplazar a Golazo, que era administrado por Enprode (Empresa Nacional de Pronósticos Deportivos), compañía del Estado que funcionó entre 1978 y 1997.
Según Marcelo Núñez, asesor de promoción de Enprode, Golazo tuvo un promedio de 150.000 apostadores por semana, en los 872 concursos realizados, pero la empresa se cerró por problemas técnicos, dado que el sistema de sellado se consideraba obsoleto.
En la última vez que estuvo activo Supergolazo, este juego tenía el valor base de un dólar, que iba subiendo según la cantidad de opciones o resultados que se pronosticaban en la cartilla que constaba de trece partidos de fútbol nacionales o internacionales. Cada acierto equivalía a obtener un punto y quien lograba trece puntos ganaba el primer premio. También había ganancias para los once y doce aciertos. (D)