El equipo japonés Cerezo Osaka rompió con los moldes y en un duelo de Liga ante el Vissel Kobe, luego de que el protocolo de inicio del encuentro fue protagonizado por un mono que, vestido con los colores del equipo local, llevó el esférico hasta las manos del árbitro encargado de dirigir las acciones.
En las imágenes se observa al animal posar con el balón para después tomarlo con las manos y caminar al centro del campo donde lo entregó al cuerpo arbitral ante los aplausos de los jugadores y el público.
Este hecho causó división de opiniones entre los defensores de los derechos de los animales, quienes consideran el acto como "repugnante".