El sábado el Atlético de Madrid estrenará su moderno estadio Wanda Metropolitano con el desafío de replicar la olla a presión que era el mítico Vicente Calderón los días de partido grande.
"Ahora mismo es el mejor estadio de Europa. He visto muchos y ninguno como este", afirmó el miércoles el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.
"Por fuera es espectacular y por dentro es la repera", añadió Cerezo en una entrevista con la radio Cadena Ser, sobre un estadio, que con sus 68.000 localidades supera las casi 55.000 plazas del antiguo Vicente Calderón.
Situado en el este de Madrid, el Wanda Metropolitano recupera el nombre del estadio, el Metropolitano, en el que jugó de 1923 a 1966, cuando se trasladó al Calderón.
El equipo emblemático del sur de Madrid se traslada a un estadio llamado a ser en un inicio el Estadio Olímpico si Madrid hubiera logrado los Juegos de 2016 o 2020, pero al que se le buscaba un destino más allá de ese evento.
"Una de las cosas que quería el Comité Olímpico Internacional y los países aspirantes es que los estadios continuaran con la misma actividad de por vida", relató Cerezo.
El presidente rojiblanco admite que, cuando se le ofreció la posibilidad de instalarse en el estadio, tomó la iniciativa "con recelo", pero tras analizarla bien, aceptó y comenzó un proyecto que culminará el sábado cuando el Metropolitano acoja su primer partido de Liga entre el Atlético y el Málaga.
Los espectadores acudirán a un estadio "con un concepto diferente, en cuanto a técnica y digitalización", según Cerezo.
Iluminación led en todo el estadio, mayores espacios entre unas butacas rojas y unas gradas prácticamente pegadas al terreno de juego, para que los jugadores sientan el aliento de sus hinchas, que el sábado llenarán el recinto con sus camisetas, banderas y bufandas rojiblancas.
Una cubierta con forma de ola cubre buena parte del estadio, manteniendo a salvo de las inclemencias del tiempo a la mayoría de los espectadores. También servirá para que los rugidos de los 'colchoneros' resuenen aún más sobre el césped.
"Se van a enamorar de este estadio, es un estadio precioso, lo que percibo imaginándome al hincha del Atlético que conozco es que esto va a ser una olla a presión", asegura el técnico Diego Simeone, que nunca ha escondido su deseo de ser el entrenador que estrene el nuevo recinto.
"Es un estadio del Atlético de Madrid, que paga el Atlético de Madrid", explicó Cerezo, cuyo club ha invertido 310 millones de euros (368,8 millones de dólares) en el proyecto.
El Atlético tiene que poner "170 millones de su bolsa", mientras que el resto proviene de la venta de los terrenos propiedad del club donde su ubica el Vicente Calderón, precisó el mandatario rojiblanco.
Cuando jugadores y público acudan el sábado al estadio, todavía quedarán algunos flecos por terminar, principalmente en lo que se refiere a los accesos por carretera al estadio, pero ello no impedirá una fiesta que los atléticos quisieran culminar marcando el gol inaugural en el nuevo estadio.
El último tanto rojiblanco en el Calderón lo marcó el argentino Ángel Correa, pero el postrero en partido oficial lo marcó el barcelonista Paco Alcácer en la final de la Copa del Rey de la temporada pasada.
"Sería muy bonito para mí meter el primer gol en el Wanda Metropolitano y entrar en la historia del Atlético de Madrid", relató el centrocampista Saúl Ñíguez a la Cadena Ser.
"Y si no fuese yo, principalmente que sea alguien de la casa", concluyó el internacional español.