El guardameta del Chelsea, Thibaut Courtois jugó con su equipo en Wembley este fin de semana, estadio que acoge los partidos de la selección inglesa, pero que este año será la sede del Tottenham mientras construyen el nuevo White Hart Line. Su equipo ganó y tras el encuentro quiso ridiculizar la medida que han adoptado los Spurs para crear más ambiente de fútbol. Y es que en Wembley no se nota tanto la presión de la afición, hasta el punto en que reprodujeron el sonido de tambores a través de los altavoces para intentar crear atmósfera.
Según recoge Daily Mail, el portero notó que en la primera parte no animaban lo suficiente y se dio cuenta del sonido falso de los tambores: "Ahora ellos tienen la capacidad de traer a muchos más aficionados al estadio, pero sería mejor si hicieran más ruido. En la primera parte tuvieron que poner ruido a través de los altavoces para crear atmósfera y no creo que les funcionase muy bien".
El segundo tiempo, con el empate del Tottenham (antes de que el Chelsea hiciera el segundo), el belga sí se dio cuenta de que las gradas ejercieron más presión, creando un ambiente más parecido al de su propio estadio: "En la segunda parte estaban presionando los 70.000 y la gente empezó a despertarse porque obviamente habías más gente que en White Hart Line (40.000). La única diferencia es que están más separados de la cancha y en White Hart Line puede sentir la presión. Además el campo es más pequeño, probablemente eso sea mejor para ellos".
Por otro lado, el belga cree que jugar en ese estadio, símbolo para todos los ingleses, le puede pasar factura al equipo de Mauricio Pochettino: "Wembley es un estadio increíble. Hace que incluso quieras jugar mejor. Todos los equipos que vengan aquí, en lugar de quedar impresionados darán más y eso no será fácil para los Spurs".
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