El etíope Muktar Edrid, líder mundial del año en 5 mil metros, evitó con su victoria que el británico Mo Farah se despidiera de las competiciones de pista con el que habría sido su cuarto título mundial y un nuevo doblete del fondo.
Una marca de 13:32.79 en una carrera lenta le bastó a Edris para ejecutar en un esprint de 450 metros al mejor fondista de los seis últimos años, que tuvo que apretar a fondo para alzarse, al menos, con la medalla de plata (13:33.22), seguido del estadounidense Paul Kipkemoi Chelimo (13:33.30).
Farah buscaba su cuarta corona en 5 mil y el undécimo título global para completar un quinto doblete consecutivo en grandes campeonatos.
El 4 de agosto Farah remató la jornada inaugural de estos Mundiales con una espectacular victoria en 10 mil metros. Ocho días después no ha podido con Edris.
Sobre el papel, la principal amenaza para Sir Mo eran los etíopes: Edris -el más rápido del año con 12:55.23-, Yomif Kejelcha -campeón mundial de 3 mil en pista cubierta- y el jovencísimo Selemon Barega, de 17 años.
Pero quienes empezaron tirando fueron el estadounidense Paul Kipkemoi Chelimo, de obvios orígenes kenianos, y el británico Andrew Butchart, que pasó el primer mil en 248.20 con Farah muy atento por delante, a diferencia de la final de 10 mil.
El segundo kilómetro fue más lento: 2:54.04 para un parcial de 5:48.08. De ahí que Barega resolviera acelerar la carrera, aunque por poco tiempo. A mitad de trayecto Farah estaba cómodamente en cabeza. El tercer mil se cubrió en 2:50.97 y entonces avanzó el australiano Patrick Tiernan, que cobró unos metros de ventaja sobre el grupo.
Farah tuvo que salir personalmente en su busca, a tres vueltas del final y tomar la cabeza en el 600. Sólo unos metros después, antes del toque de campana, Edris y Kejelcha se lanzaron en tromba para proceder a una larga ejecución del campeón mundial y olímpico.
Desde que otro etíope, Ibrahim Jeilan, le birló en el esprint el título de 10 mil en Daegu 2011, Farah no había vuelto a perder una sola final en alta competición, ni en Juegos Olímpicos, ni en Mundiales, ni en Europeos.
Ahora, con 34 años, se despide de la pista con una nueva victoria para pasarse con armas y bagajes al maratón.
Kenia, en posesión de siete títulos de 5 mil, sólo uno menos que todos los demás países juntos, se había quedado con un solo hombre en la final, el campeón nacional Cyrus Rutto, que tuvo una deslucida actuación: decimotercero.