Hace cuatro años, cuando un fuerte grupo cervecero puso a la venta a Santos, Alejandro Irarragorri, quien en aquel tiempo fungía como presidente de la institución, decidió, junto con una firma de reciente creación, Orlegi Deportes, comprar al club.
Los tropiezos, recordó Irarragorri, "son parte de la vida, ojalá y todo fueran alegrías, el título del 2015 no supimos digerirlo bien y tomamos decisiones y actitudes equivocadas".
Muchos lo veían como un paso arriesgado por el capital que habría que invertir, pero él continuaba con el reto por el cariño que le tenía y, claro, por el desarrollo deportivo que veía en el proyecto.
Desde aquel día, el cuadro de La Laguna se ha clasificado en cinco ocasiones a la Liguilla, en dos torneos llegó a semifinales (Apertura 2013 y Clausura 2014), mientras que en el Clausura 2016 y el Clausura 2017 llegó a cuartos de Final. Fue en el Clausura 2015 que derrotó a Querétaro en la Final por un marcador de 5-3 y se coronó.
En tres justas no estuvieron en la fase final, producto de errores importantes dentro del campo.
En el Apertura 2014 se vendió a Oribe Peralta al América, un golpe duro para los aficionados. Se contrató a Djaniny Tavares y se hizo un esfuerzo importante para mantener al conjunto en un alto nivel, pero no se llegó a la Liguilla.
Irarragorri asumió también su responsabilidad:
"El nivel de autocrítica que tengo es muy duro, muy alto, no tengo ni la menor duda que pudimos haber tomado mejores decisiones, pudimos haber aprovechado más las oportunidades de triunfos y no me refiero en un partido en específico, pudimos haber previsto las derrotas en el nivel empresarial del día a día".
Señaló que lo más importante está en el aprendizaje. "Hoy, Orlegi está en una posición sólida con mucha más fortaleza para poderle dar a nuestra afición muchas satisfacciones, con ese rol que genere valor a la sociedad y dé alegrías".
En el Apertura 2015, el timonel Pedro Caixinha se fue del club, luego de cuatro derrotas en cinco partidos. Pako Ayestarán entró al relevo pero no consiguió salvar la campaña.
Otros episodios que han marcado el club fueron la salida de Darwin Quintero y, posteriormente, de Agustín Marchesín, ambos al América.
Lo anterior fue importante en lo económico para la institución, y ayudó a tener una buena estabilidad. "Esto es un todo, y todo suma, en las distintas aristas el resultado es positivo y es promisorio para el futuro".
Los tropiezos, recordó Irarragorri, "son parte de la vida, ojalá y todo fueran alegrías, el título del 2015 no supimos digerirlo bien y tomamos decisiones y actitudes equivocadas en la institución que desencadenaron en malos resultados, después tuvimos que corregir, porque fue costoso en todos los sentidos, incluso en el económico, pero creo que hoy estamos de vuelta, sólidos, fuertes, con varios empates, pero es más fácil avanzar de ahí al triunfo que de la derrota al triunfo".
"El nivel de autocrítica que tengo es muy duro, muy alto, no tengo ni la menor duda que pudimos haber tomado mejores decisiones".
Aunque hay muchos detalles positivos que resaltar: "Estoy convencido que el haber tomado al club fue una muy buena decisión. Nuestra división de deportes está creciendo, hemos logrado una unión de aliados comerciales muy relevantes. Se sumó el Tampico Madero. Creo que en lo deportivo ha habido avances importantes".
Luego, mencionó las fuerzas básicas van dando frutos: "han destacado en primera división como también en selecciones nacionales. También la exportación a Europa, como es el caso de Junior Joao Maleck al Porto, de Uriel Antuna al Manchester City (Football City Group), que hoy (ayer) ha sido anunciado para jugar en el Groningen de Holanda".
"Son un grupo de jugadores jóvenes, de mucho potencial, que estoy seguro formarán un Santos de época de cara al futuro. Como siempre, pudimos y quisimos haber hecho más. Y por otro lado, está la consolidación de muchas áreas del grupo en la parte de construcción, como desarrollo inmobiliario, desarrollo industrial".
JFR