Antonio Argüelles, nadador de aguas profundas, ha llevado su pasión por la natación al límite en su búsqueda de conquistar el reto que significa la travesía del Ocean’s Seven.
Dicha prueba de los Siete Mares consiste en nadar por el Estrecho de Gibraltar, de Tsugaru, por los Canales de Catalina, de la Mancha, Moloka'i, por el Estrecho de Cook y por el Canal del Norte.
Recientemente, Argüelles logró cruzar el estrecho de Cook, en Nueva Zelanda, por lo que únicamente le restaría recorrer el Canal del Norte, también conocido como Estrecho de Moyle, ubicado entre Irlanda y Escocia, para completar dicho reto.
¿Cómo comenzó esta pasión por cuál fue la principal razón por la que decidiste dedicarte al nado de aguas abiertas?
Yo he nadado competitivamente durante toda mi infancia y juventud, hasta que entré a la universidad, fue ahí en donde me retiré; después, durante varios años, estuve compitiendo en triatlones, maratones, Iron Man’s, a los 40 años quería ir al Everest, pero justamente a esa edad quise buscar algo que me motivara y decidí regresar a nadar y cruzar el Canal de la Mancha.
¿Cómo fueron aquellas primeras experiencias hace casi dos décadas: Primero, nadando alrededor de Manhattan y, después, por el Canal de la Mancha?
Mi primera vuelta a Manhattan –porque la he hecho dos veces- fue una vuelta muy agradable, fue una gran sorpresa encontrarme con las corrientes de los ríos que atraviesan Nueva York y desembocan en el Océano Atlántico; ahí me fue muy bien.
El Canal de la Mancha fue una experiencia muy complicada, porque me tocó un día con viento, marea y fuertes corrientes, tardándome poco más de 18 horas en recorrerlo y en mi segundo intento -diez años después- lo hice en poco más de 12 horas.
Esta experiencia siempre la pongo como ejemplo de cómo las aguas abiertas, como cualquier otro evento que tiene un componente de la naturaleza, los tiempos son irrelevantes.
Hasta el momento, entre esta travesía, ¿qué significa nadar el Ocean’s Seven, cuál ha sido el reto más grande que te ha encontrado dentro de esta aventura?
El nado más complicado de mi vida fue cuando me estaba preparando para hacer la Triple Corona en una temporada, que fue en 2009, para nadar Catalina; ése día fue muy complicado, ya que las olas estaban a casi tres metros, la temperatura del agua estaba por debajo de 16 grados y en ese tiempo aún no había entrenado para ese tipo de agua tan fría. El nado más complicado para completar el reto de los Siete Mares fue el de Moloka’i, el cual me llevó casi un día.
Asimismo, Argüelles destacó que el nado al Estrecho de Cook fue muy fuerte debido a la inestabilidad del lugar y a la corta ventana de tiempo con la que contaba.
¿Cómo es la preparación para hacer este tipo de nados? ¿Cómo es ese proceso, en qué consiste y cuánto es el tiempo que lleva?
Tiene varios componentes, los cuales consisten en nadar prácticamente todos los días, un promedio de seis kilómetros diarios; fortalecerse físicamente, haciendo ejercicios de fuerza; con Ricardo Durón, que es entrenador de natación, perfecciono todo lo que es técnica; sesiones con mi entrenador mental y, una vez al mes, trato de ir a nadar a aguas muy frías.
¿Cómo es ese día del nado? ¿Cómo es tu asistencia ése día del nado? ¿Cada cuánto haces descansos?
En cada nado vas acompañado por una lancha –mínimo-, o bien por una lancha y un cayac; en Cook estuve acompañado por una lancha zodiac.
La rutina es que a partir de los 30 minutos, me empiezan a alimentar con una combinación de agua, 375 mililitros, para disolver un producto especial, que es una combinación de carbohidratos y proteínas, el cual se me da en agua tibia, porque el principal objetivo es que yo vaya manteniendo el calor en mi cuerpo.
Prácticamente no te paras, el reto consiste en que tu alimentación sea muy rápida, porque se te detienes las corrientes te echara para atrás. Dependiendo de la temperatura del agua, yo orino cada 45 o 60 minutos, que es algo importante de monitorear, para saber si es que no me estoy deshidratando, esto dependiendo también de la temperatura del agua.
Actualmente tienes 57 años ¿Tras esta travesía pensarás en retirarte o seguirás nadando en aguas abiertas?
Mi cumpleaños es dentro de unos días y la verdad es que –más o menos- desde la edad de ocho años, nunca he dejado de hacer ejercicio.
La verdad esto me motiva, no me veo sin dejar de hacer activación física; no sé si seguiré haciendo aguas abiertas como las hago hoy, es algo que tendré que meditar.
¿Sientes que en tu carrera aún te faltaría algún reto por cumplir?
Aunque me falte tan sólo un nado, es una travesía muy complicada la del Mar del Norte. Tengo muy buenos amigos que lo han intentado nadar en más dos ocasiones y no lo han logrado
Primero tengo que terminar este reto y después ver lo que sigue. Es un nado muy complicado.
¿Tras tu retiro, qué proyectos seguirán en tu vida?
Mira soy director de la Nueva Escuela Tecnológica, que es un sistema de siete planteles en la zona conurbada de la Ciudad de México; digamos que esa es otra de mis pasiones, y esto es ofrecer educación de calidad a un precio accesible.
También soy consultor para el Gobierno Federal y para diferentes Estados de la República y ahí es en donde me mantengo cerca de la educación pública. Esto es una forma de seguir involucrado en lo que es mi pasión, que es la educación, a la cual se requiere que se trabaje mucho aquí en nuestro país.
Mi último gran proyecto empresarial es sacar un libro para niños, donde involucra los Siete Mares y contar historias de lo que sucede en el agua, para motivarlos a hacer ejercicio y lleven una vida saludable.
¿Tú qué sientes que le falta al deporte mexicano? Por ejemplo, en los pasados Juegos Olímpicos México sólo se llevó cinco medallas y se pensaba –en principio- que se rebasaría la cifra de 7 preseas de Londres 2012
Primero tenemos que entender como sociedad que no hay ninguna razón para que México gane muchas medallas.
En primer lugar, somos un país que seguimos teniendo un gran número de gente en pobreza extrema; tenemos grandes deficiencias en las áreas de la salud, educación e infraestructura. En otras palabras, el recuso que tiene el gobierno para dedicarle al deporte es muy poco, además que los mexicanos no le damos un valor al deporte y a la activación física. No es prioridad.
Asimismo, Argüelles afirma que para que el deporte crezca en nuestro país, la sociedad mexicana debe de cambiar su estructura general, pero a su vez también dijo que para incentivar esto, es importante la contribución del sector privado.