MIAMI.- Doce años después de su primera final, también en el court principal del Crandon Park de Key Biscayne, Roger Federer y Rafael Nadal volverán a definir el título en el Abierto de Miami hoy, a las 14 de la Argentina.
"Se siente como si fueran los viejos tiempos. Nos enfrentamos en cada semana", se sinceró el suizo después de su espectacular triunfo en las semifinales frente al australiano Nick Kyrgios por 7-6 (11-9), 6-7 (9-11) y 7-6 (7-5) en una batalla de tres horas y once minutos.
Será el capítulo 37° de un clásico, el tercero con más enfrentamientos en la Era Abierta junto al duelo entre John McEnroe e Ivan Lendl, que se disputará por tercera oportunidad en esta temporada: los antecedentes de este año, en la final del Abierto de Australia y en la cuarta rueda del Masters 1000 de Indian Wells, fueron triunfos del suizo. El historial favorece a Nadal, con 23 triunfos y 13 derrotas, pero Federer se ha impuesto en los últimos tres encuentros. "Sería nostálgico si no hubiéramos jugado tantas veces en tantos lugares del mundo. Es un partido más, pero no creo que queden muchas más finales entre nosotros; hay que disfrutarla", reflexionó el español después de eliminar al italiano Fabio Fognini por 6-1 y 7-5.
El manacorí intentará tomarse revancha en un buen año, eclipsado por la fantástica producción de su eterno rival. También buscará sacarse por fin el estigma de un certamen que aún no pudo conquistar pese a disputar cuatro finales.
"No creo que me afecte en términos de ayudarme a ganar o perder. Fue hace mucho tiempo. No tengo más presión por jugar acá que en Monte-Carlo o Indian Wells, es lo mismo. Estoy feliz por esta primera parte de la temporada, gané un montón de partidos y sumé muchos puntos", analizó Nadal, quien en este 2017 fue finalista del Abierto de Australia y de Acapulco.
Después del categórico triunfo de Federer hace dos semanas en Indian Wells, el suizo vuelve a partir como favorito frente a un Nadal cuyo nivel fue creciendo. El factor físico será importante en una final que se jugará bajo el calor húmedo del mediodía en Key Biscayne, aunque el día de descanso, en un sábado que consagró a Johanna Konta como campeona tras vencer por 6-4 y 6-3 a Caroline Wozniacki, beneficiará la recuperación de Federer.
El suizo empleó 9h38m en su camino a la final, mientras que el español apenas invirtió 7 horas y 27 minutos.
La diferencia podría resultar determinante, aunque Federer es optimista: "Me sentí muy bien. No sé si fue una sorpresa, pero estaba esperando sentirme un poco más cansado o que me doliera algo. Me levanté y me sentía genial. Durante el partido no tuve problemas y ahora me siento muy bien. Podría jugar el sábado, pero será bueno tener un día de descanso y sabiendo que después no voy a jugar por un tiempo. Será fácil comprimir toda mi energía para un último esfuerzo", se sinceró Federer tras su victoria frente a Kyrgios, apenas 24 horas después de ganarle en tres sets a Tomas Berdych.
El mundo ha cambiado drásticamente en la última década, pero Federer (35 años) y Nadal (30) siguen definiendo títulos. Repetirán hoy en Miami, doce años después.ß