Santander (EFE).- El extenista y capitán del equipo español de Copa Davis, David Ferrer, ha asegurado este sábado que su mayor triunfo, a lo largo de su carrera, ha sido ver como la gente ha disfrutado con su tenis.
Ferrer ha participado en una mesa redonda del Encuentro sobre Patología Específica en el Tenis que se celebra en Santander, junto al doctor Ángel Ruiz Cotorro, organizador del evento, el preparador físico Vicente Calvo y el fisioterapeuta Julián Casanova.
En una mesa redonda sobre la infancia y el tenis, ha destacado que lo que le llevó a ser número tres mundial fue el trabajo “constante” y “potenciar” sus virtudes.
“Para jugar al tenis hay un proceso físico, mental y de constancia, si algo he tenido es que he copiado, pegado y ejecutado lo que iba observando. Ese era mi mayo talento, lo que mejor hacía era potenciar mis virtudes”, ha dicho.
El alicantino ha reconocido que de su etapa como profesional cambiaría “muchas cosas” como los entrenamientos que, a su juicio, “ahora son mucho más específicos” y, antiguamente, eran “generalizados” y no se adaptaban a las condiciones del tenista.
El exnúmero tres del mundo ha afirmado que su vida como profesional se reducía a estar pensando en tenis “a todas horas” y cree que no se ha perdido nada de la vida, porque la afrontaba de “otra manera” y hacía lo que le gustaba.
“Antes iba a mi casa, Jávea, y eran las fiestas y, mientras estaba con mis amigos, pensaba que estaba perdiendo el tiempo. Ahora, que ya vivo la vida de otra manera, hago un viaje todos los años con ellos”, ha subrayado.
Un gran talento
Ángel Ruiz Cotorro considera a Ferrer como un “gran talento” del tenis español porque, para él, el talento es “la actitud y la pasión que se tiene por el tenis y David lo tiene”.
Además, el doctor ha reconocido que el extenista cambió todas sus rutinas “los métodos, las dietas, los entrenamientos…” y, cree, que los jóvenes le deben de tener como “ejemplo”.
Para Vicente Calvo la carrera del alicantino ha sido “de diez” porque “gracias a la constancia” ha sido de los tenistas “que más alto ha llegado con unas condiciones, quizá, no tan óptimas como el resto”.
“Cuando mis jugadores me pedían un consejo para enfrentarse a David, les decía que jugasen un partido muy táctico. Dejaba inutilizados a los rivales porque era muy cabezón y dominaba todos los registros”, ha subrayado.
Por su parte, Casanova ha apostillado que Ferrer era un “portento” y una persona “muy constante”.
El papel de las familias
Ruiz Cotorro ha dicho que los padres, antiguamente, “los de la generación de Moya, Ferrero, Ferrer o Verdasco” eran “diferentes” porque “siempre buscaban colaborar” y estar cerca de sus hijos.
En cambio, para Cotorro, “los padres de ahora son un coñazo que no dejan trabajar a los entrenadores y hay que mandarles todo el rato informes”.
Calvo ha lamentado la “especialización” de los chicos jóvenes desde pequeños, porque cree que “acaban a los 27 años aburridos del tenis”.
Nuevas generaciones
Ferrer ha vaticinado que el tenis español tiene por delante una etapa de “transición” y cree que es “difícil” repetir una hornada de tenistas como ha habido en el país los últimos 20 años.
“Hay muy buenos jugadores que están en el top 100 pero no es como la generación mía o la anterior. Durante 20 años ha habido muy buenos tenistas en España, ahora, seguramente, haya una época de transición”, ha destacado.
Aún así, el capitán del equipo español ha subrayado la “suerte” que ha tenido el país con que salga Carlos Alcaraz después de Rafa Nadal, porque tener a dos jugadores de ese talento tan seguidos “no es lo habitual”.