Nole, que sintió molestias en su muslo izquierdo, derrotó 3-0 al búlgaro en más de tres horas de partido
Novak Djokovic resistió al dolor de una lesión para imponerse al búlgaro Grigor Dimitrov y avanzar a octavos de final del Australian Open.
En el desafío más importante hasta ahora en su camino hacia un décimo título en Melbourne, el serbio, número 5 del mundo, superó a un errático Dimitrov (N. 28) por 7-6 (9/7), 6-3, 6-4 en más de tres horas de partido.
Pero a pesar del peligro de su talentoso pero a menudo inconsistente amigo balcánico, la mayor amenaza para Nole fue su muslo izquierdo, lastimado a principios de mes, que le obligó a limitar algunas carreras y pedir la atención de los masajistas.
Conocedor de sus limitaciones, saltó a la Rod Laver Arena con prisa para hacer sus deberes, con un quiebre en el primer juego, pero perdió la ventaja en la recta final del set y terminó luchando en un tie-break en el que salvó una bola de set.
"El punto de inflexión para los dos fue el primer juego. Hacer un quiebre temprano era importante para mí. No sabía cómo me iba a sentir físicamente, estaba yendo arriba y abajo", explicó Nole, que aspira a igualar los 22 Grand Slams de Rafael Nadal.
Con Djokovic apuntándose el segundo set y consiguiendo dos 'break' en el tercero, emergieron de nuevo las molestias físicas del serbio, que estiraba la pierna entre saque y saque y cojeaba tras algunos puntos.
Aun así, pudo mantener su ventaja y asegurarse el paso a octavos de final, donde se enfrentará al australiano Alex de Miñaur (N. 24), la última esperanza local en individuales.
"Estoy preparado para la batalla. Quiero enfrentarle y demostrarle de qué estoy hecho", advirtió De Miñaur, de padre uruguayo y madre española. AFP