De Fernanda Contreras, a inicios de este año, se sabía poco… muy poco. Hoy, ya se le debe ver como la gran referencia del tenis mexicano. Sí, porque Fernanda pasó de ser una sorpresa/casualidad a convertirse en la singlista nacional más constante que hoy se tiene en el circuito profesional.
Roland Garros, Wimbledon y el US Open son las tres participaciones en Grand Slams de manera consecutiva que logró Fernanda, algo que ninguna mexicana o mexicano presumía desde la época de Angélica Gavaldón en 1995. Y si bien sus participaciones en el draw principal fueron efímeras al caer en las primeras rondas, también invitan al optimismo de que a la potosina de 24 años lo mejor aún está por venir.
El despegue
Hace un año, de lo poco que se sabía de Fernanda, es que era la nieta del ex tenista mexicano Francisco Pancho Contreras, quien jugó en el circuito ATP y fue pieza clave en el equipo Copa Davis que llegó a la Final de 1962; ahora, Fer ha tenido un año de construcción que le dan una luz propia y centrará los reflectores en ella para la siguiente temporada.
El primer golpe llegó el 21 de mayo, cuando una desconocida Fernanda Contreras –que en ese momento ocupaba el puesto 224 del ranking de la WTA– dio un golpe inesperado al colarse del cuadro principal del Roland Garros. Y no solo eso, en la arcilla más importante del mundo tuvo su mejor participación al avanzar hasta la segunda ronda; además fue un resultado que le dio el mejor ranking de su carrera deportiva, al colocarla en el sitio 157.
Después vino el momento de Wimbledon; sí, el escenario y el césped sagrado que tantas veces escuchó en su niñez dentro de las historias que contaba el abuelo. Ella pudo vivir esa sensación en carne propia, tras avanzar al cuadro principal por medio de la qualy, al mismo tiempo que rompía con 26 años de ausencia mexicana en el torneo londinense; sin embargo, para su mala suerte, en esta edición no se dieron puntos para el ranking.
Fernanda no se quedó conforme de haber participado en dos Grand Slams y buscó el tercero con el US Open. Antes de ir a la qualy del certamen, Contreras intentó sumar puntos en torneos WTA, pero sin mucho éxito, por lo que tuvo que disputar esa etapa de clasificación como la 201 del mundo, y en su camino se encontró a tenistas de su calibre, por lo que pudo acceder al cuadro principal. Ayer, la raquetista nacional se quedó en la primera ronda tras caer con la checa Barbora Krejcikova por 6-0 y 6-4, una tenista que hizo valer su estatus como número 23 del mundo.
El reto de mantenerse
Tenista, ingeniera y escritora, Fernanda Contreras aparecerá la siguiente semana en el lugar 175 del ranking mundial de la WTA, y para el siguiente año los ojos del tenis mexicano estarán centrados en ella para buscar la clasificación a los Grand Slam e ir más allá. Lo más complicado para Contreras será mantener un nivel que ya demostró poseer.
En 2019, Fernanda se dedicó al cien por ciento al tenis profesional y en cuatro años ya dejó huella a nivel mundial, en un deporte en el que México solo ha vivido de algunos cuantos destellos en las últimas décadas; sí, ahora la esperanza está puesta en esta jugadora potosina que entre descanso y descanso toma su libreta para hacer anotaciones tácticas, leerse a sí misma, o simplemente plasmar sueño que aún le falta por concretar.
FCM