La organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos en Lima, en el año 2019, dejaron aspectos positivos a nivel institucional, en beneficio del deporte. Sí, el desarrollo se ha mostrado de manera notable y prueba de ello fue lo que se consiguió en Santiago 2023, con la mejor participación de la historia fuera de casa. Una de las aristas de este avance es el proyecto Legado, dedicado a la preservación de infraestructuras y también asesorías. Recientemente, Zegarra fue nombrado para asumir las riendas.
Tras su reciente designación como encargado, ¿cuál es la misión de Legado?
La idea es evaluar qué oportunidades tiene y qué se ha hecho en Legado, por eso mismo su nombre. Además, ver cómo se le da una visión de futuro para que pueda ser sostenible en el tiempo. Estamos viendo mejoras administrativas y de gestión. Este cargo es sumamente importante porque el país lo requiere, cada día debe de ser tomado como el último. Cuando hablamos de deporte, nos referimos a la filosofía para saber en qué podemos seguir avanzando.
¿Cómo se encuentra la infraestructura?
No existe un catastro de infraestructura nacional, ahorita no podemos saber cómo funciona cada una. Tampoco sabemos si corresponde legítimamente a las necesidades y realidad territorial. Como construir un centro náutico en las alturas o una pista como si fuera de fondismo. La idea es darle una mayor proyección a la población peruana, de acuerdo a cómo han ido creciendo y respetando su cultura, junto a las costumbres.
¿Qué tan viable es para el público llegar a esos lugares?
Cuando hablamos de una infraestructura, es la accesibilidad algo que debemos garantizar. Las grandes construcciones se dan en zonas alejadas y es por el terreno en que se cuenta. Estamos acostumbrados a construir de manera muy grande y orientada para la alta competencia. También tenemos que fijarnos en la base e iniciación.
¿Qué propone Legado ante este panorama?
Vamos a impulsar los polideportivos verticales porque se pueden construir por pisos y plantas, ocupando un espacio menor. Ello permite coger una manzana o media y construir dentro de un casco urbano, mucho más cerca de la población. La idea es evitar vías de congestión o el colapso del transporte público.
Ha sido deportista, ¿cómo beneficia a ellos este tipo de eventos?
Unos juegos deportivos, un campeonato, una medalla le cambian la vida a las personas para bien. Te da una mejor proyección de vida, junto a una mentalidad que no necesariamente se puede conseguir si no se compite en este tipo de eventos. Unos Juegos Panamericanos, Olímpicos o Bolivarianos reúnen a varios deportes y tienen una característica que genera mucho mayor compromiso como país. Ese es el mensaje que la sociedad necesita, cómo confabularnos para sacar adelante nuestra nación. Eso es recogido de una realidad nacional en la que el deporte es una herramienta para lograr una cohesión.
¿Qué sintió ver Lima 2019 desde afuera?
Los Juegos se acabaron y queda el Legado, el espíritu. La llama de la antorcha encendida, teniendo en cuenta que, a pesar de cambiar escenarios, esa llama y valores haga que la infraestructura se mantenga. Que sigamos luchando porque el deporte se siga masificando y las personas puedan acceder a más deportes. Ese es uno de los objetivos, la accesibilidad al deporte, a través de la infraestructura, con calidad de enseñanza en cada uno de los proyectos.
¿Cree que todas las personas tienen acceso al deporte?
El acceso al deporte tiene a personas que pueden pagar los gastos y existe otro grueso que puede ser becado. Yo he sido agente deportivo municipal y he podido cubrir gastos de personas que no podían pagar el acceso a la disciplina deportiva, frente a quienes sí estaban en la posibilidad. La idea es que todos vayan de la mano. La ganancia y el retorno es siempre para la autosostenibilidad del proyecto. El retorno es el beneficio social que, en un futuro, recae en menos delincuencia y muchos valores que nos hacen crecer como país.
¿Cómo va la difusión del deporte al interior del país?
Existe mucha diversidad y fraccionamiento de una estrategia nacional para poder masificar. Cada uno de los gobiernos realiza su propia estrategia. La idea es tender puentes para poder acercarse como país para que todos lo ejecuten mirando sus propias realidades, enfocados en una estrategia nacional. Dándole proyección a sus deportistas que llegan a la alta competencia y a los que pasan por la base.
Este año tenemos los Juegos Bolivarianos, ¿cómo van los preparativos?
Ya visitamos Ayacucho y ahora estamos trabajando para los procesos de licitación, como construir la Villa o comedor, todo lo que respecta a la ley de contrataciones del estado. Ya pronto lanzamos la web oficial de los Juegos Bolivarianos, donde todo el país se va a enterar lo que estamos haciendo. Todo de la mano con el Comité Olímpico Peruano. También se podrá conocer a los embajadores del deporte para este evento.
¿Qué tiene Lima que lo coloca un paso adelante ante Asunción?
No podemos desmerecer a un hermano país (Paraguay) y los esfuerzos que están haciendo por ganar la sede. Podemos hablar de un aeropuerto con mucha mayor capacidad para recibir a delegaciones grandes. Vuelos directos desde Estados Unidos, Canadá o el Caribe. Lima tiene las infraestructuras listas, sumado a un equipo de voluntariado muy grande con personas que han ejecutado los Panamericanos en 2019. Tenemos experiencia. Una población que demanda deporte y un apoyo gubernamental decidido y firme para que estos vuelvan a ser los mejores Juegos Panamericanos de la historia.
¿En una sola palabra cómo definirlo?
Convicción.
¿Qué proyecciones tiene Legado?
Poder administrar la infraestructura que ya existe, poder brindar acompañamiento y asesoría, colocándonos como un ente rector de la infraestructura deportiva nacional, en un corto plazo. La idea es que lo nuevo que se vaya a construir, usando fondos públicos, venga de un catálogo con un sentido realmente coherente y adecuado para cada una de las regiones y escala de la pirámide nacional.
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