Un nadador y basquetbolista sirio con discapacidad que se encuentra como refugiado en Grecia portó este martes la antorcha olímpica de los Juegos Olímpicos de Río 2016 que pasó por el centro de refugiados de Eleonas y después por la Acrópolis antes de terminar mañana su recorrido en Atenas.
Ibrahim al Hussein, quien perdió la mitad de su pierna derecha durante uno de los tantos bombardeos en Siria, recorrió con el fuego olímpico el campo de refugiados de Eleonas, lugar en el que viven 1.620 personas, principalmente procedentes de Afganistán.
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Tras finalizar su recorrido, Al Hussein dijo que tener el fuego olímpico es un gran mensaje simbólico que carga con mucho honor. “Esto es un gran honor para mi y va dedicado a todo sirio y todo árabe que haya pasado por tantas situaciones difíciles”, dijo.
El deportista de 27 años de edad vive en Grecia desde el 2014 y es miembro del equipo de baloncesto en silla de ruedas de Marussi, barrio del norte de Atenas, en el que entrena tres veces por semana gracias a una ONG denominada ALMA.
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Con ese ejemplo de no rendirse y continuar siempre adelante, alentó a otros jóvenes refugiados a tomar los roles protagónicos de su vida y no se queden sentados lamentando su suerte. “Mi mensaje para ellos es que no se queden en los campos de refugiados sin hacer nada, sino que vayan tras sus sueños”, agregó Al Hussein.
Este miércoles la antorcha olímpica hará su último recorrido por Grecia, desde donde viajará a Suiza antes de volar hasta Brasil, país anfitrión de los Juegos Olímpicos, que darán comienzo el 5 de agosto con la ceremonia de apertura en el estadio de Maracaná
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