El sábado y domingo el rugby costarricense fue testigo de un hecho histórico como la acogida de un proceso premundialista por la Confederación Sudamericana de Rugby a través del torneo Costa Rica Sevens, torneo masculino que definía dos campos al Mundial Sudáfrica 2022.
Qué mejor manera de hacerlo que en el Estadio Nacional de La Sabana y con público. Así sea con un aforo máximo de 25% por disposiciones gubernamentales, pero con público al fin y al cabo.
Dicho arropamiento lo sintieron los jugadores nacionales, quienes sabiendo que a este torneo llegaban los pesos pesados de Sudamérica como Uruguay, Chile, Brasil y en menor medida, Perú, y que todavía tienen una amplísima ventaja sobre las selecciones centroamericanas, se forjaron el objetivo de alcanzar el mejor puesto centroamericano, en este caso un quinto lugar general, y lo lograron.
En su primera aparición, «las Guarias» no tuvieron el menor inconveniente para deshacerse de Nicaragua 41-0, con un Joseph Bryden quien inmortalizó su nombre como el primer rugbier costarricense en anotar de un proceso premundialista.
Luego, en el cierre de esta primera fase de grupos, estaba la poderosa selección uruguaya, quien se impuso con comodidad 0-38. Pero aún así, ya se había logrado el primer objetivo, que era evitar la triangular «Challenge» para definir el noveno lugar y los que jugarían por el séptimo lugar, y se seguía en la ruta con una de las dos triangulares Gold Cup, de donde saldrían los cuatro semifinalistas.
Ya en esta instancia, los rivales fueron Brasil y Perú. El propio sábado el elenco nacional se enfrentó a los brasileños, y el cuadro «verdeamarelho» se impuso 0-54. Al día siguiente, con el segundo boleto para semifinales en juego, la selección peruana logró su victoria 0-28, para confinar a «las Guarias» a jugar por el quinto lugar contra una Guatemala que también había llegado a esa fase, pero que había recibido sus propias clases maestras de los posteriores clasificados para el Mundial, Uruguay y Chile.
Ya sin nada más en juego salvo el quinto lugar regional y el primero centroamericano, la selección costarricense se despidió con un ajustado triunfo de 15-12 sobre los chapines para el deleite de la afición que se hizo presente en el Coloso de La Sabana.