El número de títulos de Grand Slam ganados es un buen argumento, uno muy fuerte, para demostrar que pasa el tiempo y Rafael Nadal y Roger Federer (ahora ambos con 20 cada uno) tienen una diferencia técnica superior al resto de tenistas. Es muy difícil decir que el español o el suizo son los mejores de todos los tiempos, o que ahora el mejor es Nadal porque ha ganado tal cantidad de torneos de Grand Slam. Creo, eso sí, que él y Federer son jugadores superdotados.
Lo mismo se dijo alguna vez de Pete Sampras e Ivan Lendl; o antes se hablaba de igual forma de Rod Laver. Esto se mide casi siempre por resultados: cuántos títulos han ganado. En el caso de Nadal tiene que ver con una especialidad, que es jugar sobre arcilla, y ahí sí está debidamente comprobado que es el mejor de todos los tiempos. Federer demuestra que se adapta a todas las superficies y que tiene un estilo de juego muy sensible al gusto del espectador; es muy técnico. Nadal tiene más peso en su fortaleza y en su gran preparación física.
Sobre la coronación trece de Nadal, ayer en Roland Garros, en España han surgido –me dicen que ha variado–, como ocurrió en Argentina y también aquí, en Ecuador, tenistas que nacen y crecen en tierra batida y se vuelven expertos. Se van adaptando a otras superficies porque el circuito ATP lo exige, pero en sus raíces está ser especialistas en arcilla. Nadal es el rey de la arcilla, eso es indiscutible.
Novak Djokovic y Federer tienen más de 30 años de edad, y siguen vigentes. Pasarán a la historia como genios del tenis. Antes nos causaba admiración que un tenista de 30 años siguiera ganando, pero los sistemas de preparación y el grupo multidisciplinario que los apoya –y eso pasa en la natación– cambiaron la forma de preparación. Ahora analizan qué torneos jugar, cuáles no y en qué fortalecerse más. Nadal y Djokovic están listos para todo. Superarán en títulos a Federer. El suizo está cerca del retiro, pero nadie se iguala a los tres. Hay tenistas jóvenes con mucho futuro, pero a la altura de ellos no están. (0)