27/12/2024

El ‘Catedralazo’, 20 años de una hazaña del tenis ecuatoriano

Jueves 16 de Julio del 2020

El ‘Catedralazo’, 20 años de una hazaña del tenis ecuatoriano

Raúl Viver y Nicolás Lapentti, dos de los protagonistas de la gesta, recuerdan el triunfo ante los británicos en el césped de Wimbledon. Se entró así al Grupo Mundial de la Copa Davis.

Raúl Viver y Nicolás Lapentti, dos de los protagonistas de la gesta, recuerdan el triunfo ante los británicos en el césped de Wimbledon. Se entró así al Grupo Mundial de la Copa Davis.

La victoria del tenis de Ecuador en el imponente All England Club sobre Inglaterra, contra todo pronóstico y ante 11 000 espectadores, se recuerda hoy, 20 años después, como uno de los triunfos más extraordinarios en la historia del deporte nacional.

El 16 de julio del año 2000 el equipo nacional de Copa Davis dejó atónitos a los fervientes seguidores británicos que, por inercia, quizá, creían que su representativo podía ser invencible ante los hombres del capitán Raúl Viver: Nicolás y Giovanni Lapentti, Luis Adrián Morejón y Andrés Intriago. Incluso la prensa inglesa y el propio David Lloyd, por entonces excapitán de los británicos en la Davis, desestimaron la capacidad de los tricolores y consideraron que la eliminatoria debía ser un mero trámite, sobre todo porque los de Viver eran especialistas en arcilla. Los hermanos Lapentti, no obstante, estuvieron en All England Club practicando sobre hierba semanas antes del inicio de la serie, puesto que cada uno había participado en sus respectivos torneos, júnior y profesional, de Wimbledon.

  • Nico Lapentti recuerda el épico ‘Catedralazo’ en la Copa Davis

Dos décadas después del éxito en el denominado ‘Catedralazo’, Viver narra cuáles fueron –en parte– los aspectos que, a él y sus dirigidos, les dieron confianza para creer que era posible la victoria en Londres.

“Es un recuerdo que perdura y queda en la historia del tenis y del deporte ecuatoriano. Creo que nadie pensaba que íbamos a ganar allá”, dijo a EL UNIVERSO Viver, el pasado martes.

Y prosiguió para recordar que “David Lloyd decía que Gran Bretaña no iba a tener ningún problema. Que jugar contra Ecuador en cancha de césped era como jugar contra un colegio de ciegos”. Esas declaraciones, precisó Viver, las leyó él en la prensa inglesa.

Es que el anfitrión tenía en sus filas a Tim Henman, Greg Rusedski y Arvind Parmar. El primero, en palabras de Nico, era “uno de los pocos jugadores que todavía hacía saque y red en esa época”, y en césped, por lo cual era más complicado responderle. “Y Rusedski tenía en esos momentos el saque más poderoso del mundo y en esa cancha era muy difícil eso”, apuntó Viver.

Epopeya en All England Club

La serie se presentaba propicia para que los locales estuvieran seguros de que sobre césped eran invencibles. Pero pronto, en el primer partido, Nico Lapentti venció 6-3, 6-7 (3-7), 7-5, 6-4 y 7-5 a Rusedski, y “a partir de ahí empezamos a creer mucho más que se podría (ganar la serie)”, narró el líder. “Eso, yo creo fue el envión anímico y después las cosas se dieron a nuestro favor. Y terminó pasando lo increíble, que es que Giovanni, con solo 17 años y sin nunca haber jugado un partido de cinco sets, nos diera el punto decisivo”, agrega emocionado el capitán tricolor.

Respecto de la estrategia, Viver destaca el haber llegado a Londres cuando se estaba jugando aún la segunda semana de Wimbledon, porque eso le permitió a Ecuador tener una buena adaptación de muchos días en césped, mientras que Nico participaba en ese certamen en los dobles mixtos. Revela Viver, tras 20 años, que hubo momentos de tensión cuando anunció a Giovanni como el primer singlista, a Morejón como el número dos y a los hermanos Lapentti para ser doblistas. Con Ecuador en ventaja 2-1, por el triunfo en el dobles, Viver depositó de nuevo su confianza en Giovanni para el duelo final con Parmar. Tras esa medida Morejón reaccionó “con razones válidas” al decirle que Giovanni “no tenía tanta experiencia”. “Y la verdad que después de ir dos sets abajo, lo que hizo Giovanni fue espectacular”, valora Viver.

Por su parte, Nico confiesa que por una razón logística alquiló una casa en el barrio de Wimbledon para “estar cerca de las canchas del club” y poder, por casi seis semanas, entrenar sin interrupción en césped.

"El triunfo siempre se ve en el último punto y, tal vez, el más sorpresivo de todos por la edad de Giovanni, por cómo se fue dando el partido (dos sets a cero en contra). Yo creo que ahí es donde se centra todo, pero en el fondo uno necesita tres puntos para ganar y los tres puntos terminan siendo tal vez igual de valiosos; entonces siempre el último punto resalta un poco más", opinó Nico respecto de cuál fue la clave para vencer a Gran Bretaña. (D)

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