Refugiado con la familia en su Guayaquil natal, Nicolás Lapentti (43 años) reflexiona sobre la situación actual del tenis y hace un repaso a las consecuencias de la pandemia en este deporte, y así asegura que la decisión de Roland Garros de mover sus fechas fue un error e incluso “egoísta” por la falta de diálogo con otros interlocutores.
También reconoce el que fuera seis del mundo en 2000, en una entrevista con EFE, que al no ser elegido representante del tenis latinoamericano en la junta directiva de la ATP se privó a esta región de más voz, porque considera que “está muy descuidada”.
Este parón en el mundo del tenis ¿a qué jugadores beneficia y a quiénes perjudica y por qué?
Esto no beneficia ni perjudica a nadie. Creo que es un parón general. Todos quedan en las mismas condiciones. Todavía es incierto cuándo se reinicie el Tour, y hasta que esto no pase no se va a saber a quién se benefició y a quién se perjudicó. Todos están en las mismas condiciones.
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¿Puede ser fatal para gente de la edad de Roger Federer y de Serena Williams por ejemplo (38 años, ambos)?
Es difícil decirlo. Es obvio que cuanto más tiempo pasa gente como Federer o Serena van teniendo más edad, pero al mismo tiempo no están sufriendo desgaste en estos meses. Será más un tema de actitud, un tema mental de si quieren mantenerse activos y más adelante seguir compitiendo y lo puedan hacer a un gran nivel.
¿Usted recomendaría que no hubiera más tenis en el resto de la temporada?
Creo que en el momento que se reúnan las condiciones debería reanudarse. Pero es muy incierto cuándo será
eso. Se hablaba a primeros de junio, luego julio. Lo seguro es que hasta el US Open no haya nada y luego solo quedan un par de meses para que acabe el año del circuito. Es muy probable que no se juegue en todo el año.
El tenis sudamericano tiene ahora a jugadores como Diego Schwartzman, Cristian Garín, Guido Pella, Pablo Cuevas, etcétera, situados entre los 100 primeros. ¿Cree que este parón les perjudicará más que a los europeos y americanos?
Creo que esto no perjudica ni a los europeos ni a los americanos. Es a todos. Respecto a los sudamericanos había muchos que venían jugando muy bien como es el caso de Garín que se le cortó un poco la racha. Es una situación similar para todos los deportistas y tenistas.
Roland Garros tomó una decisión unilateral al cambiar las fechas por la pandemia. ¿Cree que fue algo ético?
No estoy de acuerdo con la decisión que tomó Roland Garros. Lo tenían que haber comentado con los otros Grand Slam, con la ATP y con más gente. Me pareció bastante egoísta. Salir y dar una fecha sin consultarlo antes me pareció una sorpresa para todo el mundo y creo que fue un error.
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Usted quedó fuera de las elecciones como representante de Sudamérica en la directiva de la ATP. ¿Qué se perdió con ello?
Si hubiera sido elegido como representante del board para la ATP, hubiéramos tenido más posibilidades de hacer cambios favorables para la región latinoamericana, que siempre está muy descuidada; hay muchas quejas de los tenistas que no les consultan nada y que no están enterados de las decisiones que se toman en el directorio de la ATP. Y hubiera sido una buena oportunidad porque contaba con todo el apoyo de todos los tenistas sudamericanos. Pasarán tres años y quién sabe si pueda volver a presentarme.
¿Se debería disputar el US Open siendo ahora mismo Nueva York el epicentro de esa pandemia allí?
Creo que no se debería jugar el US Open, incluso se están utilizando las instalaciones del Flushing Meadows como hospital y como centro de abastecimiento. Al margen de eso, y que pudiera estar listo, no creo que pudiéramos (los tenistas) estar listos para esa época, teniendo en cuenta que Nueva York es un epicentro y una de las ciudades más contagiadas que hay en el mundo.
¿Cómo es su día a día, cómo vive en familia toda esta situación, qué hace para evadirse de ella?
El día a día aquí se resume ayudando a mis hijos en las tareas que tienen online. Son pequeños, tienen 7 y 5 años, y hay que estar con ellos. El resto del tiempo, haciendo ejercicios, aprovechando para estar con la familia, viendo películas y con el tema de las redes sociales, estar conectado para saber todo lo que
está pasando.
¿Qué sensación le causa todo lo que está sucediendo con esta pandemia?
La sensación que causa todo esto es de impotencia, de querer ayudar y hacer algo y uno no puede hacer nada. La mejor manera de aportar es quedándose en casa y esperar. Cuando uno ve lo que está pasando en la ciudad y otras partes del mundo, uno siente esa impotencia de no poder hacer nada.
¿Cómo se vive en Ecuador en especial? ¿Siguen lo que está sucediendo en España y en el resto del mundo?
En Ecuador la situación está difícil, especialmente en mi ciudad natal Guayaquil. Circulan videos e informaciones que nunca se saben si son verdaderas pero son bastante feas. Uno se siente atado de manos. Lo único que se espera es que esto se solucione lo antes posible y empecemos con una curva descendente de casos.
Como deportista, ¿ha vivido usted antes una situación cuando menos similar?
En lo más mínimo. Como deportista jamás viví una situación así, similar. Esta no la ha vivido nadie de nuestra generación. Seguramente con pandemias a inicios del siglo XX. Pero algo similar nadie lo tenía previsto. (D)