El último deporte que seguía la temporada en Australia, el fútbol, decidió parar este martes 24 de marzo porque, según sus dirigentes, jugar en medio de la pandemia de coronavirus es "misión imposible".
En los últimos dos días, la liga de rugby y el deporte más popular del país, el fútbol australiano (que se juega con las manos), suspendieron las competiciones. El rugby, el críquet, el baloncesto y todos los demás deportes de equipo lo habían hecho antes.
Solo quedaban cinco jornadas del campeonato de fútbol, pero ya no se trata de jugar a puerta cerrada, sino de que las restricciones impuestas a los desplazamientos impiden la celebración de partidos y además dos equipos están en cuarentena.
"Para una competición nacional que se celebra en casi todas las regiones de Australia, y también en Nueva Zelanda, una misión compleja se ha convertido en misión imposible", declaró el presidente de la Federación australiana de fútbol, James Johnson, en rueda de prensa en Sídney.
Pero "este deporte sobrevivirá, estoy absolutamente seguro de ello", agregó.
Australia, con 1.800 casos de coronavirus y siete muertos, la gran mayoría en las grandes ciudades, ha prohibido la entrada de extranjeros no residentes e impone restricciones estrictas a los desplazamientos en el interior del país. (D)