A los 36 años, Roger Federer se mantiene en el más alto nivel y rompe barreras semana a semana. Pero puertas adentro, otro par de pequeños talentos ya empiezan a moldear su legado.
"Todos mis hijos juegan al tenis y lo disfrutan. Los chicos lo juegan muy bien. Según mi madre son como yo cuando tenía su edad", reveló Roger, padre de las gemelas Myla y Charlene (8 años) y los gemelos Leo y Lenny (3), en diálogo con el diario suizo Tages Anzeiger.
"La idea siempre fue que todos hicieran un deporte y tocaran algún instrumento. No tiene que ser a nivel profesional, para nada", explicó Federer.
"El tenis entra entre esas opciones. Y por suerte les gusta. A las chicas antes no tanto, pero ahora sí. Leo y Lenny lo disfrutan mucho más y juegan muy bien".
¿Heredaron el talento del padre? "Siento que saben lo que hacen. Es fácil para ellos. ¿Pero qué puede considerarse normal a los tres o cuatro años? No lo sé. Yo no los fuerzo. Juegan cuando tienen ganas. Y si algún día no quieren, no pasa nada".
Federer contó que sus hijos también esquían cuando están en Suiza, que las niñas se llevan mejor con el piano que con la raqueta y que los cuatro aprendieron a acostumbrarse a la vida en el circuito.
"Con Mirka siempre quisimos que fueran a una escuela normal. Pero lamentablemente o por suerte, el tenis lo cambió todo. Y ellos también entienden que son afortunados por poder viajar por el mundo, descubrir cosas y mantenernos juntos como familia".
"Si yo sintiera que ellos no lo pasan bien en el circuito o que Mirka no da abasto con la situación, sería suficiente razón para dejar de jugar. La educación que reciben en casa no es un problema, así que hoy no me preocupo por eso".