El Abierto de Australia 2018 colocará en las pistas un reloj para controlar de forma estricta el tiempo entre punto y punto, algo insólito en la historia del tenis.
Según anunció hoy el directorio que rige los cuatro torneos de Grand Slam, el Abierto de Australia se utilizará como un banco de pruebas para experimentar medidas para agilizar el juego. Además, a partir de 2019 se reducirá de 32 a 16 el número de cabezas de serie.
La junta de los Grand Slam -Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open- se reunió la semana pasada en Londres durante el Masters para debatir las medidas.
Así, Australia será el primer torneo que incorpore un reloj en la cancha para que los tenistas no se tomen más tiempo del permitido.
Según las reglas actuales, los jugadores no pueden emplear más de 20 segundos entre punto y punto en los Grand Slam y 25 segundos en los torneos organizados por la ATP, el ente rector del circuito masculino.
Sin embargo, la norma no se aplica de forma estricta y muchos tenistas, entre ellos el español Rafael Nadal, superan habitualmente el tiempo permitido.
La junta de los cuatro grandes decidió no obstante ampliar de 20 a 25 los segundos que un tenista puede emplear entre punto y punto a descansar, pensar o secarse el sudor con la toalla.
El US Open de este año, disputado entre agosto y septiembre, ya probó en los partidos de la clasificación el reloj para evitar las demoras de los jugadores, además de usarlo en el torneo de juveniles y en el de tenis adaptado.
Además, los Grand Slam aprobaron que el calentamiento antes de los partidos no podrá exceder bajo ningún concepto los cinco minutos. Los jugadores podrían ser sancionados con hasta 20 mil dólares en caso de emplear más tiempo.
Por otro lado, también se modificarán las reglas de los premios en las primeras rondas para los tenistas lesionados.
Hasta ahora, los jugadores estaban obligados a salir a la pista en los Grand Slam para cobrar el dinero del premio, por lo que muchos lesionados disputaban algunos juegos, se retiraban y cobraban el cheque.
A partir del año que viene, los tenistas que compitan lesionados en la primera ronda podrían ser sancionados con una multa de hasta el valor del premio.
Con el objetivo de evitar que un jugador compita lesionado, lo que normalmente se convierte en un abandono y a la vez niega la posibilidad de que otro tenista sano ocupe su posición, la ATP implementó en enero de 2017 una nueva norma.
De acuerdo al nuevo reglamento, si un tenista que está clasificado al cuadro principal se retira antes del encuentro recibirá igualmente el premio de la primera ronda. Sin embargo, abre la puerta a que su lugar lo ocupe un jugador sano. Ese "lucky loser" no recibirá sin embargo premio monetario por esa primera ronda.
En los Grand Slam la regla tiene una pequeña variación. Si un jugador se retira después de la medianoche del jueves anterior al torneo, recibirá el 50 por ciento del premio. La otra mitad irá para el tenista, "lucky loser", que ocupe su lugar.