Una de las características más notorias de LeBron James es, sin duda, su competitividad. Esta actitud lo ha hecho parte de la historia de la NBA al ser el máximo anotador en la historia de los Playoffs, superando a Michael Jordan.
Sin embargo, a veces, puede jugarle en contra. En esta oportunidad, 'The King' celebró el cumpleaños número diez de su hijo con una fiesta, dentro de ella hubo cancha de básquet y fútbol americano.
En el momento de los juegos, James no dejó ganar a nadie, si a su menor. Es que aprovechó su tamaño y corpulencia para agarrar los balones y anotar cuantas veces pudo. La mirada de los niños ante la potencia del '23' era inevitable, pues no podían contra él.
Pese a la muestra de competitividad, el jugador de los 'Cavs' dejó de lado los deportes y empezó a lanzar globos llenos de agua para divertir a los invitados. Al final, con una torta diseñada, el hijo de James sopló la vela para sellar su cumpleaños.