El duelo más atractivo de este grupo era sin duda el que enfrentaba a Senegal y Colombia, partido en el que ambas selecciones tenían opciones de pasara a octavos de final. A los africanos les bastaba un empate porque llegaban con 4 puntos por 3 de los cafeteros, quienes debían buscar el triunfo para evitar depender de una victoria polaca y de cábalas posteriores. Por eso José Pekerman decidió salir con toda la artillería esta tarde en Samara, consciente del gran reto que le esperaba por delante ante un combinado que ha mostrado una gran solidez en este Mundial. James Rodríguez, Juan Fernando Quintero y Juan Guillermo Cuadrado secundarían a Radamel Falcao en ataque, con la vuelta de Carlos Sánchez al once tras su expulsión ante Japón en el debut. Con estos ingredientes, vimos una primera parte en la que Senegal apenas sufrió en defensa pese a las urgencias con las que llegaban los sudamericanos al duelo. Como ha venido siendo habitual, Aliou Cissé logró plasmar su plan de tener un equipo ordenado y equilibrado, que apenas concedió un par de ocasiones a Colombia. La más clara un disparo de falta de Quintero que N’Diaye enviaba a corner con una sobria intervención.
En cambio, los senegaleses sí parecieron siempre llegar con mayor peligro a la meta de David Ospina, aunque tampoco acumularan demasiadas opciones de peligro claro. Tuvo que hacer el portero del Arsenal un par de intervenciones destacadas, si bien la principal ocasión de peligro fue una jugada que terminó por abortar el VAR. Mejor dicho un penalti señalado por el colegiado en el minuto 16, de Davinson Sánchez sobre Sadio Mané, que fue señalado en primera instancia pero modificado tras la consulta del videoarbitraje. A partir de esa jugada fue Senegal la que comenzó a tener algo más de control del juego, espoleada porque su plan iba saliendo a la perfección y también porque los cafeteros bajaron un punto su ánimo cuando James Rodríguez tuvo que retirarse a la media hora del terreno de juego por molestias. A pesar de que brilló hace unos días ante Polonia, no ha terminado el futbolista del Bayern Múnich de encontrar su mejor versión hasta la fecha. Pintaba por tanto complicado el panorama para Colombia, aunque solamente necesitaba un gol, si bien no contaba con uno de sus mejores jugadores, a quien había reemplazado Luis Muriel en busca de mayor potencial ofensivo.
¡Gol de Colombia!
: 73’
Anota Yerry Mina de cabeza
Colombia 1 - Senegal 0#SENCOL #MiCorazónTricolor #Rusia2018 pic.twitter.com/r8zbTSbV96— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) 28 de junio de 2018
No se animó demasiado en cambio este encuentro en el inicio de la segunda parte, en el que la única noticia relevante en el Samara Arena fueron las noticias que llegaban del gol de Polonia, que metía a Colombia en los octavos de final. Ni los cafeteros ni Senegal terminaban en este encuentro de controlar el partido ni disponían de ocasiones claras. Ya sea porque sabían el resultado del otro partido, por miedo a perder ambas, situación que les dejaba fuera, o porque sabían neutralizarse bien. Echábamos por tanto en falta jugadores que pusieran una marcha más, o un accidente que cambiara de nuevo el panorama. Y llegó para Colombia como en el primer partido, ya que por medio de un cabezazo inapelable, Yerry Mina adelantaba otra vez a su selección. Un gran dominio del juego aéreo el que está mostrando el defensa del FC Barcelona, que además de firmar un gran encuentro en el plano defensivo estuvo providencial en esa jugada de ataque. Pecó también Senegal de novata al hacer su seleccionador un cambio antes de que se botara ese saque de esquina. Por algo enseñan siempre en las escuelas de fútbol que hay que evitar esas situaciones.
El caso es que el gol de Mina cambiaba de nuevo el panorama porque dejaba fuera a Senegal, que pese a tener los mismos puntos que Japón en esos momentos, se quedaba fuera. Así que, si en los 75 minutos anteriores vimos un partido de un ritmo relativamente bajo, los africanos se encargaron de cambiar el panorama en ese tramo final. Subieron una marcha más, de manera que en apenas dos minutos acumularon más ocasiones que en todo el encuentro, que fueron bien salvadas por David Ospina, con soberbias actuaciones. Evitó así el meta del Arsenal un susto para los suyos y dio alas a una selección sudamericana que con ese gol se vio irremediablemente en la siguiente ronda. Los africanos, por su parte, pese a su gran inicio de torneo, se quedan fuera por su falta de acierto hoy y sus errores defensivos, como el del saque de esquina que hoy les ha costado perder el partido (0-1) y caer eliminados. No tuvieron premio en su arreón final y se marchan dejando a este Mundial huérfano de selecciones del continente negro.
MVP | Yerry Mina se revaloriza
Después de que apenas hayamos podido verlo en el FC Barcelona durante la última temporada desde su llegada en enero, el central colombiano se ha revalorizado en este Mundial con grandes actuaciones. La primera ante Polonia, donde abrió el marcador de la posterior goleada cafetera. Y la segunda, esta tarde en Samara.
El central se elevaba sobre la zaga senegalesa en el minuto 76, para con un cabezazo inapelable, anotar el único gol del encuentro y llevar a su combinado nacional a octavos de final por la puerta grande como primeros de grupo. Además de esto, estuvo impecable en defensa y mostrando un gran nivel para frenar las acometidas de delanteros como Sadio Mané. De hecho corrigió en muchas ocasiones errores de otros compañeros como Davinson Sánchez.
Polonia anima el grupo
Antes de que comenzara el Mundial, seguramente pocos hubieran apostado por que Japón llegaría a esta tercera jornada con muchas opciones de pasar de ronda. Seguramente era la cenicienta de un grupo más igualado de lo que parecía, pero como está sucediendo en esta primera fase del campeonato estamos viendo que las selecciones más ordenadas y con mayor trabajo táctico están sacando gran rendimiento a sus propuestas. Es lo que les había valido a los nipones para sacar 4 puntos antes de este duelo ante una Polonia que ya había decepcionado, pues recordemos que aterrizó en Rusia como cabeza de serie. No se ha encontrado cómodo este combinado nacional en ningún momento pese a jugar en un país vecino, y se ha visto superada y en dificultades ante selecciones que sobre el papel no parecían inferiores.
Esta tarde lo vimos en la primera parte. Japón cedió a los europeos la iniciativa del juego, ya que los polacos querían marcharse con buena imagen de Rusia en su despedida. Los asiáticos, fieles a su idea y con el orden que caracteriza a este país, conscientes también de sus limitaciones, hicieron mucho daño en el primer acto con robos de balón y transiciones rápidas. Un juego al espacio en el que Gaku Shibasaki, Muto o bien Okazaki se desenvuelven como peces en el océano. De hecho las mejores ocasiones de la primera parte, que también acabaría sin goles, eran de Japón. Okazaki tuvo la más nítida en un plástico remate de plancha que se fue fuera por poco, y también hizo trabajar a Lukas Fabianski para evitar el primer gol. Los polacos, a base de coraje pero sin fútbol, se fueron acercando a ráfagas, y de forma intermitente, ante la portería de Kawashima, a quien solamente Grosicki pudo poner en apuros con un cabezazo que obligó al meta nipón a realizar una intervención bastante llamativa. Con todo igual al descanso, solamente quedaba por tanto esperar a un gol que sacudiera este partido.
#JPN se va a los vestuarios como primero del Grupo H. #JPNPOL #Rusia2018 pic.twitter.com/VGib5W1ZVV
— Copa Mundial FIFA (@fifaworldcup_es) 28 de junio de 2018
Si el partido pintaba al descanso bueno para los intereses nipones, en menos de un cuarto de hora todo había cambiado. Polonia se despertó tras el descanso, ya que comenzó a volcarse sobre la meta nipona, espoleada además por el premio que encontró muy pronto. Bednarek remataba sin bote una gran falta botada por Rafal Kurzawa, que si bien era dudosa en origen y no pintaba demasiado peligrosa, ponía patas arriba el grupo. Como hemos visto ya en otros partidos de esta semana, el equipo que nada se jugaba ponía picante al grupo y dejaba fuera en esos momentos a los asiáticos, ya que imperaba el empate en Samara. Y, contrariamente a lo esperado, apenas hubo reacción japonesa, ya que incluso los europeos estuvieron cerca de anotar el segundo en varias opciones, siendo la más clara una de Robert Lewandowski que se fue alto.
Polonia quería despedirse con buen sabor de boca y a buen seguro que lo logró con esos últimos 45 minutos, que fueron los mejores que vimos en todo el torneo, y que les sirvieron para ganar (1-0). En cambio, Japón apenas actuó como si se jugara la vida, pues no contamos ni una sola ocasión clara de los nipones, muy lejos de su mejor versión en esta segunda parte, y que sin duda alguna daban las gracias a Colombia por ser parte primordial de su pase a octavos de final. La expulsión de Carlos Sánchez en el primer partido y el gol de Yerry Mina fueron los detalles que los metieron en octavos de final de este Mundial, en el que han ido de más a menos y han mostrado un fútbol bastante pobre, especialmente en los momentos decisivos y de mayor tensión. Lo fiaron todo los nipones a lo que pasara en Samara, y evitaron pérdidas y tarjetas que pudieran sacarles de esta Copa del Mundo, que al final han sido determinantes para dilucidar su pase a octavos en este Mundial, en el que siguen vivos pero dando una mala imagen.
MVP | El incombustible Kamil Grosicki
El extremo diestro de Polonia es uno de esos jugadores que defienden los colores de un equipo modesto, como es el Hull City, pero que cuando llegan a su selección se transforman. Ya fue de lo poco aseado de su escuadra en los dos partidos anteriores, y hoy ha dado un gran nivel ante Japón.
No ha sido el autor del gol, pero ha aportado mucho peligro por su banda gracias a su velocidad y desborde, especialmente en una segunda parte en la que Polonia ha animado el grupo con sus ganas y esfuerzo. Hace dos años, en la Eurocopa, también dejó buenas sensaciones, y ahora a sus 30 años se irá de Rusia con buen sabor de boca.