A priori era uno de los grupos que más claros parecían sobre el papel, con dos favoritas para acceder a octavos de final y dos convidados de piedra. Pero, tras ver los seis encuentros, está claro que nadie regala nada en un Mundial. Nadie ha podido ganar fácil en este grupo de España, que . hoy la Roja tenía enfrente a Marruecos, selección que ya estaba eliminada del torneo pero que había perdido por la mínima solamente en sus dos encuentros anteriores, desplegando un gran fútbol. Hoy su entrenador, Hervé Renard, todo un especialista del fútbol africano, se enfrentaba ante un combinado que no le dejaría la pelota. Pero ha sabido variar muy bien el guión, pues ha comenzado con una presión alta, sabiendo que la mejor manera de hacer daño a los de Fernando Hierro era aprovechar algún error en la construcción del balón y rápidas transiciones. El ritmo del encuentro era más alto de lo esperado, lo que sorprendió sin duda a una España que de nuevo se veía pronto a remolque. Un error de entendimiento entre Ramos e Iniesta propiciaba que en el minuto 13 Boutaib se plantara solo ante David De Gea y marcara el primer gol del partido. Un tanto que era un nuevo jarro de agua fría para los nuestros, que otra vez tenían que remontar, como ante Portugal. La fragilidad defensiva de esta España es evidente, ya sea Koke, Lucas Vázquez o Thiago Alcántara la pieza que decida encajar el técnico, pues han sido los tres únicos cambios en los onces en esta fase de grupos. Los rivales saben que el juego de la Roja es a veces predecible, y saben con qué armas puede contrarrestarse. Mientras, España no logra mantener solidez al respecto y provoca errores incomprensibles, como el que pudo costar el segundo gol marroquí, que evitó De Gea en el 24’. Quién sabe, quizás esta parada le viene bien al arquero del Manchester United para el futuro, ya que no podemos obviar que es probable que nos toque enfrentarnos en el futuro a alguna tanda de penaltis para dirimir eliminatorias.
Antes de esa ocasión, fruto de otro error infantil en un saque de banda, vino el gol, mejor dicho el golazo, de Isco. Una gran combinación entre Diego Costa, que se ha adaptado a las mil maravillas al juego de España, y Andrés Iniesta, acabó con el tanto del malagueño, que firmó otra primera parte descomunal. Fue el líder del buen juego de España, que pese a su fragilidad atrás demuestra que tiene uno de los mejores centro del campo del mundo. Hoy funcionó muy bien su conexión con Iniesta y Thiago. Isco dio todo un recital bajando a recibir balones, sorteando líneas, dando pases imposibles… Esto provocó que se acumularan ocasiones para España, aunque sin la asiduidad de otros partidos, Sergio Busquets, Costa o el propio Iniesta tuvieron ocasiones para que España se fuera por delante en el marcador, pero no hubo manera. Marruecos, mientras tanto, se encomendaba a mantener su solidez en la retaguardia, con muchas ayudas entre todos sus hombres y aprovechando los nervios de un rival con muchos ajustes todavía por concretar. De modo que, como Portugal iba ganando a Irán, nos marchamos al descanso con un 1-1 que nos hacía ser segundos de grupo e ir por el lado a priori más complicado del cuadro.
¡¡¡GOOOOOOOOL DE ESPAÑAAAAAAAAAA!!!
¡Marca @isco_alarcon para hacer el empate!
| 1-1 | 18' | #HagamosQueOcurra #Rusia2018 pic.twitter.com/zIyKhsvRMh
— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) 25 de junio de 2018
Se esperaba que tras lo acontecido en la primera parte, España saliera con más brío en la segunda, buscando la remontada. Sin embargo, Marruecos fue la que regresó al campo como si de verdad se jugara el pase a octavos de final, metiendo una marcha más que la Roja, que se vio de nuevo sobrepasada y bien pudo haberse visto perdiendo de nuevo en los primeros instantes. Lo evitó el palo, en un disparo peligroso de un gran Nordin Amrabat, que si bien debió haber sido expulsado por segunda amarilla, ofreció como es habitual en él todo un recital de entrega y compromiso. España en cambio tardó en dar señales de vida. Circulación lenta, pérdidas sencillas y sin apenas ritmo de juego de nuevo. Un combinado nacional que dio síntomas muy malos en toda la segunda parte, pese a que durante buena parte del periodo dominó el juego con más asiduidad pero sin generar mucho peligro. Porque esta España es sin duda irreconocible, ya sea por el motivo que sea.
Bien es cierto que España pudo haberse adelantado por medio de alguna acción aislada, pero no fue tampoco el dominio acostumbrado en otras ocasiones. Y es que la Roja en ningún momento ha ofrecido esa seguridad que vimos en toda la fase de clasificación con Julen Lopetegui. Mientras mirábamos de reojo al encuentro de Portugal, que lideraba el grupo y no permitía que Irán nos diera un susto, Marruecos se desmelenó en la recta final del choque. Y, fruto de ese arreón, el equipo africano lograba ponerse por delante en el marcador, en un saque de esquina en el que El Nesyri le ganó la partida a Sergio Ramos para rematar al fondo de la red de David De Gea. Un gol que dejó a España helada y casi sin capacidad de reacción en los instantes finales. Los cambios del seleccionador llegaron tarde pero funcionaron. Eso y el VAR, ya que en el descuento Iago Aspas lograba un gol vital para España. Hubo suspense, porque el árbitro anuló el tanto en primera instancia pero lo concedió después tras consulta al VAR. El gallego estaba habilitado por centímetros, y daba esperanzas a España. Más todavía porque desde el otro encuentro nos llegaban noticias estupendas. Otra vez el VAR confirmaba un penalti para Irán que Ansarifad anotaba para darnos el pase como primeros de grupo.
Eso sí, la alegría final por este triunfo que hace que la Roja se enfrente el domingo a Rusia y vaya por el lado teóricamente asequible del cuadro final, no debe ocultar las preocupantes carencias que hoy hemos visto de nuestro combinado nacional. Ante un rival que nada se jugaba, España no ha estado bien ni en ataque ni sobre todo en defensa. Nos vamos de la fase de grupos con 5 goles encajados y muchas dudas ante selecciones que teóricamente son inferiores. Y ahora llegará la hora de la verdad. Lo bueno para la Roja es que no cuenta nada de lo conseguido hasta ahora. Se tratará de ir partido a partido buscando ir mejorando las sensaciones. Pero hay mucho por mejorar...
MVP | La magia de Isco no fue suficiente
Aunque las sensaciones que transmite España no sean las mejores, sí las señales que ofrece el que está siendo junto con Diego Costa su mejor jugador en este Mundial de Rusia. Nos referimos obviamente a Isco, jugador que es quien en cada partido comanda los ataques de la Roja, generando peligro y canalizando todas las jugadas ofensivas de nuestro combinado nacional.
Además de marcar hoy un golazo tras una gran jugada colectiva, con sus detalles técnicos y sus cambios de ritmos es capaz de abrir cualquier defensa cerrada. Un futbolista diferente, único, que es el clavo ardiendo al que debe agarrarse el equipo de Fernando Hierro en el futuro.
Portugal se estrella contra Irán y contra el VAR
Portugal e Irán dependían de sí mismos para acceder a la siguiente fase, de forma que el partido pintaba más que interesante. Eso sí, a los de Carlos Queiroz solamente les valía el triunfo, lo que provocó de inicio cambios en la alineación como la entrada del potente extremo Jahanbakhsh, que no fue de la partida ante España. Por su parte, Fernando Santos también hacía cambios con respecto a lo alineado ante Marruecos y España, pues dejaba en el banquillo a Gonçalo Guedes y Joao Moutinho, dando minutos a Ricardo Quaresma y André Silva en ataque. Se fiaban los lusos a su superioridad teórica y por nombres sobre el campo, pero ya avisados de cómo se las gastan los asiáticos, y su gran sistema defensivo. De hecho la iniciativa, pese al resultado que no le valía, fue de Portugal frente a una Irán que se dedicó a defender con orden, pero saliendo más a la contra que ante España. De hecho los iranís tuvieron varias ocasiones interesantes pero salteadas sobre la meta de Rui Patricio, que tuvo que intervenir en un par de ocasiones.
Portugal, no obstante, tuvo las suyas, comenzando por un disparo de Cristiano Ronaldo nada más arrancar el encuentro, y que después gozó de las mejores oportunidades en el primer cuarto de hora. También a balón parado daba sensación de peligro el combinado luso, aunque el gol que les dio ventaja al filo del descanso fue de una factura completamente diferente pero no por eso menos bella. Ricardo Quaresma, partiendo desde su costado diestro, se inventó un interesante disparo cruzado con el exterior que dejó parado al meta iraní. Un golazo inapelable, con un golpeo que ya hemos visto en otras ocasiones a este veterano extremo, y que daba una interesante ventaja a Portugal en un momento clave.
¡Nuevo récord! @07RQuaresma es el goleador más veterano de #POR en la historia de los Mundiales.
Quaresma: 34 años y 272 días
Cristiano Ronaldo: 33 años y 135 pic.twitter.com/fcHvdXrvQP
— Copa Mundial FIFA (@fifaworldcup_es) 25 de junio de 2018
Las noticias eran magníficas para Portugal al descanso, pues España no daba buenas sensaciones y además al poco de empezar el segundo acto los lusos veían cómo un penalti podría dejar finiquitado el pase como primera de grupo. Cristiano Ronaldo, sin embargo, lo falló ante el acierto de un gran Beiranvand, que supo leer perfectamente las intenciones del luso, quien de este modo emulaba lo hecho por Messi en la primera jornada. Y un gol de España metía a los lusos como segundos. No obstante, Portugal siguió luchando por ese segundo gol, mientras Irán poco a poco se iba destapando en busca del milagro. La machada era complicada pero posible, y el equipo de Carlos Queiroz ha dejado magníficas sensaciones en este Mundial.
Por eso, a base de fe y coraje, en el tramo final del partido sometieron a una Portugal que seguramente se las prometía felices sabiendo lo que hacía España. Pero todo cambiaría en el descuento de ambos partidos. Como sucediera en el 2007 con el famoso Tamudazo, o en tantas Ligas que se han decidido a través del transistor, cuando ambos encuentros expiraban llegó el milagro. España veía cómo le concedían un gol en la recta final del partido que el árbitro había anulado pero que rectificó gracias al VAR. Y los asiáticos lograban el 1-1 final tras un penalti que requirió de una larga consulta del videoarbitraje. Ansarifad no fallaba y dejaba a Portugal segunda, y a España primera gracias a los goles a favor. Aunque bien pudieron los iraníes entrar como primeros de grupo porque tuvieron una clara ocasión en la última jugada. Ahora los lusos se medirán el sábado ante Uruguay en busca de una plaza en cuartos de final.
MVP | Beiranvand pasó de villano a héroe para España
Si hace unos días desquiciaba a España con sus pérdidas de tiempo y sus simulaciones en el encuentro que acabó con victoria de la Roja, hoy ha sido el héroe nacional de España al detener a Cristiano Ronaldo un empate del que nos podemos acordar más adelante, siempre que la Roja mejore sus juego y sensaciones.
El meta iraní ha sido además un muro de nuevo, deteniendo varios balones de gol que al final fueron decisivos para el empate ante Portugal. La escuadra lusa también lo sufrió en sus carnes, como España o Marruecos días atrás. Ha sido el jugador símbolo de una gran Irán en este Mundial.