“La diferencia al 2014 es que en esa ocasión se concretaron las oportunidades y esta vez no”, señaló Óscar Ramírez tras quedar eliminados del Mundial de Rusia 2018, una afirmación totalmente equivocada y que se aleja por completo del presente deportivo de la Selección de Costa Rica.
El timonel patrio considera que lo único que le falta a la Sele es efectividad, pero si se analiza con las estadísticas como principal argumento, la realidad sale a flote: esta versión de la Tricolor ataca menos y de ahí que no se abomben las redes. Hace cuatro años se realizaban tres remates más en promedio por juego y se efectuaban 117 pases más por compromiso. VEA: Infográfico.
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Si se observa más en detalle se detecta que en Brasil se generaban cuatro disparos directos por cotejo y actualmente 1,5. Además, el 47% de los intentos iban entre los tres palos, mientras que ahora solo el 33%.
Incluso, otro dato revelador es que en la justa brasileña nunca se salió de un compromiso sin obligar al arquero rival a tapar un envío como mínimo, caso contrario a lo que pasa en Rusia. En el duelo frente a la Canarinha no se pudo sumar en este rubro y apenas se acumularon tres desviados.
“Es claro que para anotar se necesita rematar y por lo general el equipo que más lo intenta es el que suele ganar los partidos. Hay una deficiencia en la generación de fútbol y en las transiciones, aspectos que se manejaban muy diferente hace cuatro años y ahí radica la diferencia”, manifestó el entrenador Marvin Solano.
Adicional a esto, la media de gol era de uno y en esa ocasión aún no se sabe lo que es celebrar una anotación. Así de claros son los números para refutar la afirmación de Ramírez.
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Macho se ampara en que contra Serbia Giancarlo González perdonó de cabeza cuando estaba completamente solo en el minuto 12 y el cotejo estaba 0 a 0, así como en la acción que desperdició Celso Borges ante Brasil en el 13’, con el arco de frente, sin marca, sin presión y también con el 0 a 0.
“Contra Serbia tuvimos dos claras y hoy tuvimos una o dos; en 2014, contra Italia fueron dos situaciones de gol y Bryan Ruiz anotó una y se ganó”, agregó el timonel actual.
No obstante, no basta con generar una o máximo dos alternativas en un compromiso mundialista para llegar al gol, se necesita crear una serie de alternativas y precisamente este rubro es de los más deficientes en la Selección.
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La medular carece de ideas, figuras como Bryan Ruiz y Borges no están en el nivel de hace cuatro años y la Selección adolece muchísimo su bajón. Otro punto es que la tenencia de pelota es reducida, las combinaciones se dan a cuenta gotas y así lo ratifica la disminución considerable en los pases por juego.
En la Copa del Mundo anterior se registraban 448 servicios en cada presentación y en la actual son 331, aspecto que pesa en el accionar. Eso sí, la efectividad actual es del 79% y la de antes era del 71%.
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“Los números reflejan la realidad, hay una diferencia grande y sirve para comprender lo que está sucediendo a nivel de funcionamiento. Hemos sido inferiores en el rendimiento en general, cuando la idea más bien es evolucionar cuatro años después”, concluyó Solano en su análisis.
La conclusión es clara y se puede exponer sin temor a equivocarse, la Selección que encabeza Ramírez ataca menos que la de Jorge Luis Pinto y por ende las diferencias no son solo de concretar ocasiones.