Coreanos y mexicanos vibraron en Monterrey con el partido entre el Tricolor y el conjunto asiático que se llevó a cabo en la Arena Rostov, en la que los pupilos de Juan Carlos Osorio se impusieron 2-1 con las anotaciones de Carlos Vela de penal y Chicharito.
Un hotel de la Sultana del Norte fue la sede en la que se dieron cita alrededor de 150 personas, dividas entre mexicanos y coreanos, que de principio a fin estuvieron atentos a las acciones y alentando a sus respectivos equipos.
Los goles del Tri fueron festejados en grande por los mexicanos, mientras que los coreanos aplaudían reconociendo la superioridad que tuvo el conjunto azteca durante todo el partido e incluso el marcador final no fue ninguna sorpresa para ellos, ya que esperaban un resultado más abultado en contra de su Selección.
“El nivel más o menos, México jugó muy bien con el planteamiento ofensivo, era lo que se esperaba y Corea jugando a la contra. La verdad nada fuera de lo especial, todos esperábamos un marcador similar y quizá un poco más abultado del lado de México”, comentó Damián Kim, quien trabaja en una empresa coreana ubicada en la zona metropolitana de Monterrey.
Aficionado a los Tigres, Damián Kim presentó al hijo de uno de sus amigos, el pequeño Yeono Kim de nueve meses, nacido en la Sultana del Norte y que portaba la playera de México, por lo que ahora, una vez eliminada Corea del Sur, seguirán apoyando al Tri en el Mundial, a la espera de que llegue lejos.
“Estoy muy contento, espero que a México por fin se le haga el cuarto, el quinto partido o más, creo que es el caballo negro del Mundial.
“Uno llega a Monterrey y (Tigres) es el único equipo que hay, hay unos pingüinitos por ahí y los quieres tener cerca porque hace mucho calor, pero uno es tigre cien por ciento”, puntualizó.