Segundo encuentro del Grupo H que, tras la derrota de Colombia, ofrecía la oportunidad al ganador del choque de colocarse como favorito, con el permiso de una sorprendente Japón, a liderar el bloque. Polonia y Senegal, dos selecciones con un potencial parejo en el que la africana luce el cartel de ser la más potente, por nombres propios, de su continente.
Los primeros compases del encuentro hacían presagiar un choque claramente igualado. Ambas se medían alternando la posesión y acercándose tímidamente al área sin realizar ningún disparo a puerta hasta pasados los 30 minutos de juego. Para Polonia, Grosiki supuso la mayor carta de peligro de los europeos ante la incapacidad de conectar con eficacia con un Robert Lewandowski que tenía tras de sí muy atento a Koulibaly. Por su parte, Senegal trataba de salir explotando su potencial ofensivo, y dos balones filtrados para Diouf, uno de Mané y otro de M’Baye Niang, terminaban en sendas ocasiones desperdiciadas por el ’9’.
Key stats:
The fourth own-goal of the 2018 #WorldCup (2014 had five in total)
#POL have now conceded in nine #WorldCup matches in a row, dating back to 1986#POLSEN pic.twitter.com/gTjG48jCMm
— FIFA World Cup (@FIFAWorldCup) 19 de junio de 2018
La balanza del partido iba a inclinarse en una gran acción del ex jugador del AC Milan y actual miembro del Torino. Este ganaba una acción en el lateral del centro del campo a Piszczek y lanzaba la contra, conectaba por el centro con Mané y este a su vez abría para la incorporación de Idrissa Gueye, quien cargó la pierna y disparó con la fortuna de toparse por medio con la figura de Cionek, tocando sin querer la pelota y favoreciendo su entrada a la red. Con este gran inconveniente afrontaron los polacos los últimos minutos de una primera mitad que no ofreció oportunidad de redención a los europeos, e incluso todo parecía que sería Senegal la que sería capaz de poner mayor ventaja de por medio en el marcador si no llega a pitar el colegiado de Baréin.
Senegal explotó los defectos de Polonia
El combinado africano quiso seguir el guion ante una Polonia que seguía sin saber por dónde coger el encuentro, ahora ya con la dificultad añadida de remar en contra. Solo en dos breves zarpazos de Lewandoski y Piszczek llevaron peligro al área de Ndiaye antes de que la debacle para ellos se confirmara. Krychowiak cedía un balón aéreo hacia atrás en el que Bednarek se dormía y permitía que Niang se adelantara con comodidad al zaguero y a la salida de un Szczesny que poco pudo hacer para evitar el segundo garrotazo en el marcador.
#SEN WIN!@FootballSenegal record Africa's first victory of the 2018 FIFA #WorldCup with a 2-1 victory over #POL! #POLSEN pic.twitter.com/CaY90Icim1
— FIFA World Cup (@FIFAWorldCup) 19 de junio de 2018
Los senegaleses contemporizaban el encuentro y explotaban las fragilidades que los europeos les facilitaban. Polonia quiso reaccionar, pero a duras apenas hallaba la forma de introducirse en el entramado defensivo de los discípulos de Aliou Cisse. Finalmente, a balón parado, las águilas blancas hallaban oro con un remate de cabeza a la red de Krychowiak. El centrocampista quería arreglar el mal partido que había realizado hasta el momento y ponía su parte de empeño a falta de cuatros minutos para que venciera el tiempo reglamentario. Los africanos consiguieron perpetrarse atrás y aguantar en el descuento su ventaja hasta que el árbitro marcó con su silbato la deseada victoria.
M’Baye Niang aportó la fórmula de la victoria
El extremo senegalés fue el futbolista más destacado sobre el verde. Primero, propició la ventaja inicial con ese gran robo sobre la figura de Piszczek y ya en el segundo tiempo, aprovechó la fragilidad de la zaga polaca para solventar el partido y generar la mayor de las expectativas en la cita mundialista. Haciendo gala de su verticalidad, Senegal se llevó los tres puntos en su primer encuentro en Rusia.