En un giro alarmante, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha dado luz verde a una medida que genera gran inquietud entre defensores de los derechos civiles. El permiso otorgado permite a los ciudadanos actuar de manera más seria y en defensa de ellos mismos contra los manifestantes que inciten la violencia, lo que ha despertado críticas y temores por posibles abusos.
Por lo que esta controvertida decisión plantea serias dudas sobre el equilibrio entre el orden público y la libertad de expresión en dicho estado. Como se recuerda, DeSantis firmó un paquete de leyes migratorias en febrero de este año que se encuentran alineadas con las políticas de la administración Trump a favor de las deportaciones masivas.
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¿Cuál es el preocupante permiso que ha dado Ron DeSantis?
A raíz de la futura marcha, en diversas ciudades de los 50 estados de EE. UU., para este sábado 14 de junio mediante el movimiento "No King's Day", la cual se opone al autoritarismo del gobierno de Donald Trump y a la par coincide con el 250° aniversario del Ejército de Estados Unidos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis ha autorizado a los residentes del estado del sol a defenderse si son atacados por turbas mientras se encuentran dentro de sus automóviles.
De Santis declaró que no tienes que quedarte de brazos cruzados mientras una turba te saca del auto y pone en riesgo tu vida. "Aquí en Florida, tienes todo el derecho a protegerte y actuar en defensa propia", añadió el gobernador.
Ron DeSantis y las leyes que apoya
"La legislatura de Florida ha aprobado la legislación más fuerte para combatir la inmigración ilegal de cualquier estado en todo el país", expresó DeSantis en medio de una conferencia de prensa. Es así que dentro de las nuevas normativas, se considerará como un crimen estatal entrar a la Florida después de haber llegado ilegalmente a Estados Unidos. Asimismo, desde que juramentó Donald Trump en la Casa Blanca, la administración de DeSantis se ha mostrado dispuesta a cooperar con todas las medidas antimigratorias.
Una de ellas es la de quitar beneficios a todos los inmigrantes indocumentados que residan en Florida y la aprobación de la pena de muerte para extranjeros ilegales que cometan ofensas capitales como asesinatos, abuso sexual de menores, entre otros graves delitos.