Buscando una alimentación más saludable para los beneficiarios del programa de cupones SNAP en Texas, los legisladores aprobaron un proyecto de ley que prohíbe el uso de estos beneficios para adquirir productos como papas fritas, refrescos, galletas, dulces, bebidas energéticas y otros alimentos altamente procesados.

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El Senado de Texas aprobó el Proyecto de Ley 379 con una mayoría abrumadora de 22 votos a favor y 8 en contra, y ahora se trasladará a la Cámara de Representantes para su consideración.
Queda PROHIBIDO usar los cupones SNAP
Los defensores de la medida argumentan que los recursos del programa SNAP deben destinarse a alimentos nutritivos, buscando mejorar la salud pública y reducir las enfermedades relacionadas con dietas no saludables. Este cambio, de ser ratificado, podría marcar un precedente en otros estados que también luchan contra las tasas crecientes de obesidad y enfermedades crónicas.
Si bien el proyecto de ley ha sido bien recibido por muchos, también ha generado controversia. La medida debe obtener la aprobación final del gobierno federal debido a que SNAP es un programa de asistencia pública gestionado a nivel nacional. Sin embargo, el impacto de esta prohibición podría ser significativo para las familias que dependen de estos beneficios para acceder a alimentos básicos.
Entre los alimentos que quedarían fuera del alcance de los beneficiarios de SNAP en Texas se encuentran las papas fritas, galletas, refrescos y otros productos con alto contenido de azúcar y grasas. Este enfoque se suma a una lista de restricciones ya existentes, como la prohibición de comprar alcohol, tabaco, productos de limpieza y comida caliente en el punto de venta.
El debate sobre el uso de los beneficios de SNAP en Texas refleja una tendencia más amplia en Estados Unidos, donde se están evaluando medidas para garantizar que los recursos públicos sean utilizados para promover una alimentación más equilibrada y saludable. Las autoridades locales continúan presionando para que los programas federales alineen sus políticas con objetivos de salud pública más estrictos.
La decisión final sobre este proyecto de ley podría tener implicaciones más amplias, y podría influir en futuras políticas en otros estados que buscan controlar más de cerca el uso de los beneficios de programas sociales como SNAP para mejorar la salud y bienestar de sus poblaciones más vulnerables.