En medio de un clima de creciente temor e incertidumbre, miles de inmigrantes en Texas se encuentran ante un dilema crucial: pedir ayuda esencial, como atención médica o asistencia pública, o no arriesgarse a ser detectados y deportados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Con el endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración actual, muchas familias indocumentadas optan por soportar el sufrimiento en silencio, evitando cualquier acción que pueda poner en riesgo su situación.

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Inmigrantes en Texas: ¿Qué beneficios evitan solicitar por miedo a la deportación?
En Texas, el temor creciente a ser deportados ha llevado a numerosos inmigrantes a evitar solicitar asistencia federal, lo que ha tenido un impacto significativo en las comunidades locales.
Esta problemática impacta de manera particular a los hijos de inmigrantes indocumentados, quienes, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses, encuentran obstáculos para acceder a servicios esenciales de salud y educación. En consecuencia, el bienestar de estas familias se ve perjudicado, lo que influye negativamente en su desarrollo y salud. Entonces:
- El miedo a ser identificados y deportados ha llevado a muchos inmigrantes a evitar servicios médicos esenciales. Esta situación resulta alarmante, ya que la falta de atención médica puede empeorar problemas de salud y aumentar la vulnerabilidad de estas familias. Incluso los hijos de inmigrantes indocumentados, quienes son ciudadanos estadounidenses, sufren las consecuencias de la decisión de sus padres de no buscar ayuda debido al temor a las repercusiones migratorias.
- Asimismo, el temor a la deportación afecta las oportunidades educativas de los jóvenes, como se evidencia en la renuencia de muchos adolescentes a completar la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA), una herramienta clave para acceder a ayuda financiera para la educación superior. La falta de acceso a la educación universitaria entre los hijos de inmigrantes no solo perjudica a las familias, sino que también podría generar efectos negativos a largo plazo en el desarrollo económico y social del estado.
Expansión de las deportaciones aceleradas
La administración Trump ha implementado políticas que permiten al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) deportar rápidamente a ciertos inmigrantes sin que sus casos sean revisados por tribunales, extendiendo las deportaciones aceleradas más allá de la frontera sur.
Esta medida ha incrementado el temor entre las comunidades inmigrantes, quienes ahora evitan cualquier tipo de interacción que pueda poner en riesgo su estatus migratorio, limitando aún más su acceso a servicios básicos.
La evasión de los inmigrantes a la hora de buscar ayuda tendrá un impacto duradero en Texas. La falta de atención médica y de asistencia financiera para la educación no solo afecta a las familias, sino que podría limitar el crecimiento económico y social del estado. La disminución en la educación superior entre hijos de inmigrantes puede reducir la calidad de la fuerza laboral a futuro, lo que afectaría la competitividad de Texas en el ámbito nacional e internacional.