¡Ya no va más en EE.UU.! Recientemente, la reconocida cadena estadounidense Forever 21, emblemática en el ámbito de la moda rápida, ha anunciado el cierre definitivo de todas sus tiendas en Estados Unidos, poniendo fin a cuatro décadas de presencia en el mercado internacional.
La firma, que se convirtió en un referente de la moda juvenil, ha enfrentado serios problemas financieros y se declaró en bancarrota por segunda vez en seis años, principalmente debido a la intensa competencia de marcas como Shein y Temu. La situación fue confirmada mediante una solicitud de quiebra presentada en un tribunal de Delaware, donde F21 OpCo indicó que iniciará la liquidación de sus operaciones.
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Empresa cierra todas sus tiendas en EEUU tras 40 años en el negocio
Stephen Coulombe, director de reestructuración de Forever 21, decidió expresar que la marca ha experimentado un impacto considerable debido a la estrategia comercial de competidores como Shein y Temu.
Estas firmas han conseguido captar una parte significativa del mercado, beneficiándose de la exención de aranceles de importación que permite a los minoristas chinos ofrecer productos a precios reducidos sin la carga de impuestos. Esta ventaja ha permitido a Shein y Temu establecer precios más atractivos que los de Forever 21, lo que ha contribuido a la disminución de la marca.
La presión ejercida por estos colosos de la moda rápida ha tenido un efecto devastador en las ventas de Forever 21, que no ha logrado adaptarse a la competencia en términos de precios. A pesar de sus esfuerzos por mitigar esta situación, incluyendo una colaboración con Shein en 2023, la empresa no pudo evitar sus pérdidas.
En los últimos tres años, Forever 21 ha acumulado una deuda de 1.580 millones de dólares, con pérdidas que superan los 400 millones de dólares. Además, se anticipa un déficit de 180 millones de dólares para 2025, lo que pone de manifiesto la gravedad de la crisis económica que atraviesa la compañía.
El fuerte impacto de Forever 21 en EEUU
Jamie Salter, presidente de Authentic Brands Group, matriz de Forever 21, ha calificado la adquisición de la marca como "su peor error de inversión".
La compra se realizó en 2019, tras la primera quiebra de Forever 21. Aunque se logró mantener la marca operativa mediante una colaboración con Sparc Group, el modelo de negocio no se adaptó a las transformaciones del mercado.
En su apogeo, Forever 21 contaba con más de 43.000 empleados y generaba ventas anuales que superaban los 4.000 millones de dólares. Sin embargo, la competencia de los minoristas digitales y la evolución de los hábitos de consumo llevaron a la empresa a enfrentar serias dificultades financieras.