El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha lanzado la aplicación CBP Home, la cual incluye una función para facilitar el proceso de autodeportación para inmigrantes indocumentados.
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Esta herramienta permite a los migrantes notificar su intención de salir del país de manera voluntaria, sin necesidad de que las autoridades intervengan. A pesar de ello, este proceso puede tener implicaciones distintas a la salida voluntaria tradicional.
¿Cuál es la diferencia entre salida voluntaria y autodeportación?
La salida voluntaria es un procedimiento legalmente reconocido que permite a los inmigrantes salir de EE. UU. sin una orden de deportación. Esta opción se ofrece bajo dos modalidades: antes de la conclusión de un caso de inmigración o después de una audiencia final, aunque la segunda suele ser más difícil de obtener. La ventaja de esta opción es que evita una orden de deportación en el historial del inmigrante, lo que facilita la posibilidad de regresar al país en el futuro.
Por otro lado, la autodeportación implica que los migrantes opten por salir por su propia cuenta debido a las condiciones adversas en su entorno. Aunque se puede realizar de manera voluntaria, la diferencia fundamental con la salida voluntaria es que no se trata de un proceso formalmente reconocido ni gestionado por las autoridades migratorias. Además, la autodeportación no garantiza el mismo trato legal que la salida voluntaria, lo que podría afectar la posibilidad de regresar a EE. UU. en el futuro.
El uso de la aplicación CBP Home y la opción de autodeportación han generado controversia, ya que algunos ven esta medida como una manera de reducir la carga en el sistema de inmigración. No obstante, también se ha señalado que este proceso podría poner a los inmigrantes en una posición vulnerable, ya que no tienen la misma protección legal que aquellos que optan por la salida voluntaria a través de los canales establecidos por el sistema judicial.
Comparación entre ambas opciones
Una diferencia clave entre ambas opciones es que la salida voluntaria, al ser un procedimiento formal, permite que el inmigrante pueda solicitar regresar a EE. UU. bajo ciertas circunstancias, algo que no es posible en el caso de la autodeportación. Esta última opción no ofrece el mismo tipo de revalorización de su estatus migratorio.
Pese a que ambas opciones permiten que los inmigrantes abandonen el país sin la necesidad de una orden de deportación, sus implicaciones legales son muy distintas. Mientras que la salida voluntaria puede facilitar un regreso más rápido y con menos restricciones, la autodeportación podría limitar las oportunidades futuras de los inmigrantes para regularizar su estatus en EE. UU.