Nueva York podría dar un paso significativo en la lucha contra el estacionamiento en doble fila con la propuesta de una nueva legislación que busca automatizar las multas. La medida, impulsada por el asambleísta de Queens, Steven Raga, propone el uso de cámaras de seguridad instaladas en puntos estratégicos de la ciudad para identificar a los infractores de esta práctica tan común en las calles neoyorquinas.

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Nueva York podría implementar multas automáticas
El proyecto tiene como objetivo mejorar la seguridad de los peatones, reducir los tiempos de desplazamiento y mitigar problemas relacionados con la contaminación acústica y del aire. Según NBC 4 Nueva York, la implementación del sistema incluiría una inversión de 35 millones de dólares para la instalación de 150 cámaras a lo largo de la ciudad. Estas cámaras, similares a las utilizadas para monitorear semáforos en rojo, enviarían automáticamente las multas a los conductores que estacionen en doble fila.
Actualmente, la sanción por estacionamiento en doble fila en la ciudad es de 50 dólares, pero con la introducción de este sistema automatizado, las multas se aplicarían de manera mucho más eficiente. La idea detrás de la medida es identificar las intersecciones y calles con altos índices de infracciones y accidentes para priorizar la instalación de cámaras en esas áreas. Este enfoque permitiría dirigir los recursos de manera más efectiva, ayudando a reducir los riesgos para los peatones y el caos vehicular.
El asambleísta Raga destacó que el estacionamiento en doble fila no solo interfiere con el flujo del tráfico, sino que también crea un ambiente peligroso para los peatones, que a menudo deben sortear vehículos estacionados en lugares inapropiados. Además, señaló que las áreas densamente pobladas, como Jackson Heights en Queens, suelen ser las más afectadas por esta infracción, lo que hace aún más urgente la implementación de medidas de control.
Las cámaras no solo servirían para mejorar el flujo de tráfico, sino que también contribuirían a reducir la congestión en zonas con alta demanda de estacionamiento. Raga expresó que esta es una oportunidad para abordar de manera más efectiva los problemas de tráfico y la seguridad, haciendo que la ciudad sea más accesible tanto para los conductores como para los peatones. La medida también respondería a la creciente preocupación por la calidad del aire y el ruido en las calles de Nueva York.
La propuesta ha generado un amplio debate entre los residentes y las autoridades. Mientras algunos la ven como una solución innovadora para mejorar la movilidad urbana, otros temen que las multas automáticas puedan ser percibidas como una carga adicional para los conductores. Sin embargo, el consenso general es que la iniciativa podría marcar un cambio importante en la forma en que Nueva York enfrenta el estacionamiento ilegal, haciendo las calles más seguras y organizadas para todos.